Luego, la casa Armani le comunicó a la pareja que ya no iba a ser la imagen de la lencería de la prestigiosa marca italiana, siendo reemplazados por los más jóvenes Megan Fox y Cristiano Ronaldo.
Se sabe, además, que los goles no están acompañando al delantero, que atraviesa una pésima racha al frente de Los Ángeles Galaxy, tras una lesión que lo dejó afuera del Mundial de Sudáfrica.
Para colmo de males, Fabio Capello, director técnico del seleccionado inglés, confesó ante la prensa que creía que Beckham estaba viejo y que ya no lo convocaría en su equipo.
A estas penurias se le suma que la semana pasada la prensa inglesa se hizo un festín con el descubrimiento de que Lynne Beckham, hermana del futbolista, vivía en la pobreza y cobraba un subsidio estatal.
Quizás por este caso, los contadores de los Beckham decidieron revisar las cuentas de la familia y los resultados fueron tan desalentadores que les aconsejaron que despidieran a 14 empleados, el 30 por ciento del staff que los acompaña diariamente.
Entre los despedidos hay jardineros, asesores de vestuario, choferes y personal doméstico. Sucede que la pareja tiene varias casas, incluidos una suerte de castillo en Inglaterra, apodado por algunos "Beckingham Palace"; una mansión en Los Ángeles, en donde trabaja el rubio; y propiedades en Bargemon, Francia; e Isla Palmera, en Dubai.
Con menos ingresos, sin éxito en el trabajo y escándalos familiares, los Beckham viven un pésimo año y deben estar deseando que el 2011 llegue pronto y revierta su suerte. (Reporter)