La Ley de Presupuesto Nacional para 2010 sancionada a fines de 2009 y cuando aún no se había producido el recambio parlamentario derivado de las elecciones de junio fijó una pauta inflacionaria de 6,1 por ciento.
De esta manera, los datos contenidos en el presupuesto de 2010 se transforman en ficticios toda vez que los precios desbordaron los cálculos preliminares y lo que llevaría a tener que modificar la ley en el Congreso.
Sin embargo, con las facultades delegadas, aún vigentes, la subestimación de la suba de precios le permitirá al Gobierno contar con recursos adicionales que no fueron incluidos en la norma de ingresos y egresos y podrán ser manejados en forma discrecional por el jefe de Gabinete.
Tres de los nueve rubros que releva el INDEC acumulan porcentajes inflacionarios superiores al promedio presupuestado, mientras que dos están al límite de superarlos en los próximos dos meses.
Según los datos del INDEC, alimentos y bebidas acumuló en siete meses un alza de 8,9 por ciento, mientras que en educación se verificó un incremento de 8,36 por ciento y en indumentaria de 6,5 por ciento.
En tanto, en equipamiento y mantenimiento del hogar el ajuste acumulado es de 5,71 por ciento y en atención médica es de 4,86 por ciento.
Este último rubro superará el 6 por ciento en agosto cuando se computen los aumentos de las cuotas que ya le fueron comunicados a los clientes.
En esparcimiento el aumento desde enero es de 4,44 por ciento y prácticamente responde a las variaciones que se produjeron en las vacaciones de invierno.
En julio, este segmento verificó una suba de precios de 3,9 por ciento, con casi un 10 por ciento de avance en el sub-rubro turismo.
Estas subas están siendo compensadas por el congelamiento de las tarifas de los servicios públicos. En transporte y comunicaciones el incremento desde enero es de 2,88 por ciento.
