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Las palabras de la viuda y el hermano del Garrido a un año del asesinato

Luego de la misa Maria Barberis y su cuñado le dedicaron unos momentos explicar el vacío de la muerte de Aldo y agradecer a la cantidad de presentes. El intendete Gustavo Posse también dedicó unas palabras.
Luego de la misa la viuda de Garrido, Maria Barberis explicó lo que significaba para ella ver a tanta gente presente: “Es un orgullo para mi ver a toda esta gente que lo ha querido tanto. Quiero agradecer a toda la prensa y al Intendente que siempre estuvieron conmigo. Estoy muy emocionada, no puedo hablar mucho de la emoción, es un cariño inmenso que no me lo voy a olvidar más”.

Barberis habló sobre la seguridad del distrito: “La verdad que San Isidro, comparándolo con otros lugares, es muy tranquilo. Aldo tuvo la mala surte que le paso eso pero en general es un lugar tranquilo.”

También aclaró que en su caso la justicia actuó: “Si funciono la justicia para mi, estaba bien dada porque estaban todas las cosas sobre la mesa, por eso se dio todo tan rápido, no porque haya sido Garrido”.

Ante la incertidumbre de los periodistas que preguntaban si para ella la muerte de su marido había dejado algún mensaje, aseguró: “Yo creo que la muerte de Aldo ayudo a ver que la fuerzas policiales también brindan su vida, estoy muy orgullosa de él.”

Luego, la tristeza: “Este año sin Aldo ha sido de mucha soledad, pero bueno estoy acompañada por toda mi familia y por todo San Isidro que me ayuda a seguir viviendo.”

Y concluye orgullosa y esbozando una triste sonrisa: “Garrido dio la vida por los demás como él lo quería, porque era su profesión de servicio. Él sabia que en algún momento tenia que darla, así que creo que debe estar muy contento.”

En ese momento se encontraba al lado de la viuda el intendente Gustavo Posse quien apenas esbozó unas palabras: “Estamos muy emocionados, corresponde que hable la familia. Lo acompañan su hermano y compañeros policiales que están todos muy emocionados, todavía nos queda homenaje por delante, hay que estar fuertes para el resto de la ceremonia.”

El hermano de Garrido conmovido por la muchedumbre simplemente agradeció: “Mucha emoción estoy contento por toda la gente de San Isidro que ha venido, muy agradecido con toda la gente. Me sorprendió la cantidad de vecinos que han venido a acompañarnos.”


El busto que recordará eternamente a Garrido fue bendecido por el obispo de San Isidro, monseñor Jorge Casaretto, quien también lo honrró:“El hombre de nuestro pueblo, que dio su vida por nosotros. Es un signo de gratitud por todo este pueblo, asistido y servido por él”

“Que este monumento que inauguramos interpele para lograr una mayor comunión, paz social y para que desaparezcan de las familias todos los signos de violencia.”

Luego de la bendición del Obispo se escucharon las palabras oficiales del Intendente municipal de San Isidro:

“Garrido era un hombre de nuestro tiempo, que en distintas oportunidades siempre demostró, que estaba comprometido. Esta no fue su única intervención de riesgo en servicio y fuera de servicio, había ocurrido otros años.”

“Pesa, para bien, sobre nosotros y la institución policial, a partir de la muerte de Garrido y de tantos hombres muertos en servicio, el hecho de que hay que buscar siempre ser como ellos o mejores que ellos.”

Durante el acto recordó a Norberto Getoreli: “Voy a decir las cosas como si el nos estuviese representando a todos: Esta muerte tiene que hacer a uno reflexionar respecto de que tiene que haber premios y castigos. Agradecemos que preservando el principio de inocencia, pero como casi nunca se da en Argentina, en cuatro meses estaba resuelta a través de una investigación limpia, a través de un trabajo enorme de los hospitales, de la policía científica, en cuatro meses estaban las condenas que la justicia creía que eran las que correspondían y hasta donde se eran las máximas.”

“Tiene que haber premios y castigos para que la suerte de Aldo no sea una más y para que cada vez que una persona trabajadora e inocente se convierte en víctima -la culpable- tiene que pasar por el tamís de la investigación y la justicia justa; y son declaradas culpables y peligrosos y después comparten las calles, estas muertes pierden el sentido temporal que deben tener, que es el de preservar a la ultra mayoría vigente, cualquiera sea el barrio o clase social, a la ultra mayoría de gente inocente que es la que comparte la vida con nosotros.”

“Siguiendo las palabras del obispo, salimos de lo temporal, y sentimos que la muerte de Aldo Garrido tiene un sentido trascendente, y que en este lugar, en esta misma vereda done el murió seguramente lo acompañó, en ese ultimo instante, el sentido del hombre honesto y comprometido de hoy, pero también el sentido del hombre que nos deja a nosotros para trascender y estar en un plano más elevado de acuerdo al sentido religioso”.

“Gracias a la familia por brindarnos esta posibilidad de poder compartir con ustedes.”
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