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El ministro de educación admitió que la deserción escolar es "un problema serio" que afecta a "los mas pobres"

El ministro de Educación, Alberto Sileoni, admitió hoy que la deserción escolar "es un problema serio" en el país que afecta a "los más pobres", aunque volvió a disentir con la estadística de la Iglesia Católica, según la cual casi un millón de jóvenes no estudia ni trabaja.
El funcionario anticipó que la presidenta Cristina Fernández anunciará la semana próxima medidas para "retener mucho más a los chicos" en las escuelas y destacó su expectiva de lograr un acuerdo con los gremios docentes para que "el año del Bicentenario sea el de los 180 días de clase".

"Es un problema serio", reconoció el titular de la cartera educativa al reflexionar sobre la deserción escolar, y destacó que afecta en particular a "los más pobres".

En ese sentido, precisó que en el sector "más pobre de la población el abandono es del 30 por ciento" y "en el menos pobre, o sea el 20 por ciento menos pobre, el abandono es del 6 por ciento".

Sileoni volvió a cuestionar la cifra que difundió ayer la Iglesia Católica sobre jóvenes que no estudian ni trabajan, al sostener que existe "una diferencia" con los datos del gobierno, aunque evitó dar estadísticas precisas. "Ante este problema, no hay que hacer una diferencia de cifras", dijo el funcionario en declaraciones a radio Continental.

Sileoni argumentó además que la deserción es un problema "serio" y "preocupante", aunque consideró que se inscribe dentro de una problemática internacional, por lo que puso como ejemplo a Francia que, dijo, "le declaró la guerra al abandono escolar".

Ayer, el presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, obispo Jorge Casaretto, reclamó una mayor inclusión educativa al advertir que "900 mil jóvenes argentinos de entre 13 y 19 años no trabajan ni estudian", en el marco del 47º Curso de Rectores organizado en Salta por el Consejo Superior de Educación Católica (CONSUDEC).

El prelado expresó allí, delante del propio ministro, su preocupación por esta situación y demandó acciones "urgentes" a la dirigencia y a la sociedad en su conjunto, incluida la propia Iglesia.

Tras considerar la educación como herramienta vital para lograr la inclusión social, Casaretto pidió a las autoridades educativas que la escuela secundaria garantice una salida laboral y favorezca la relación con los empresarios, además de facilitar la reinserción de los alumnos que dejaron el sistema.

Por otra parte, Sileoni adelantó hoy que la jefa de Estado anunciará la semana próxima medidas para revertir la alta deserción escolar, que pondrán el foco en principio en la escuela secundaria.

"La presidenta va a anunciar unas medidas la semana que viene que van a trabajar en el sentido de una nueva secundaria. Una educación secundaria en la cual vamos a invertir mucho en los dos años que nos quedan, en recursos tecnológicos, en libros y en planes de mejoras", puntualizó.

Sileoni definió a ese conjunto de iniciativas como "una serie de medidas" que permitirán "retener mucho más a los chicos e incorporar a los que están afuera".

El ministro elogió además el acuerdo alcanzado entre el gobierno y los gremios docente en torno al Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID), que permitió elevar de 110 a 165 pesos la cuota mensual por ese concepto.

"Con esto, algunas mejoras que podamos hacer y el entendimiento de los gremios, podremos arreglar porque queremos que el del Bicentenario sea el año de los 180 días de clase", concluyó.

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