Las unidades afectadas son de las líneas Accord, Civic, Odyssey y CR-V de los años 2001 y 2002, así como el modelo Acura-TL de 2002.
A ello se añaden 41.685 vehículos en el mercado canadiense, 4.042 en Japón -con los modelos Inspire, Saber y Lagreat- y 13.278 en otros países.
A consecuencia del defecto, el mecanismo que activa el airbag podría ejercer tal presión en caso de impacto, que rompiera su envoltorio y pudieran saltar componentes que hirieran o mataran a los ocupantes del vehículo.
En Estados Unidos se registraron 12 casos de ese tipo, en uno de los cuales murió una persona.
Por ello, la firma ya había retirado en noviembre de 2008 más de 4200 vehículos (casi 4000 en Estados Unidos), y en julio de 2009 llamó a talleres a otros 510.150 (casi 444.000 en Estados Unidos).
El anuncio llega después de que otra automotriz japonesa, Toyota, retirara del mercado 437.000 vehículos del modelo híbrido, como el nuevo Prius, por fallas en el sistema de frenado.
Antes había reportado problemas en el acelerador en otros ocho millones de vehículos.