Aguer pronunció este conceptos al inaugurar el 47º Curso de Rectores, que organiza por primera vez en Salta el Consejo Superior de Educación Católica (CONSUDEC).
En tanto, el presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, obispo Jorge Casaretto, exhortó a las autoridades y a la sociedad en su conjunto a "ocuparse de los 900 mil jóvenes que ni trabajan ni estudian" en el país.
Ante más de 1.500 directivos del país que colmaron el centro de convenciones de la capital salteña, el prelado insistió en que de cara al bicentenario patrio se necesitan "acuerdos básicos" que conlleven a políticas de Estado, entre ellas la lucha contra la pobreza y la exclusión social, y pese a reconocer que estos "se dificultan todavía", expresó confianza en que "se pueden dar".
Aguer volvió a criticar además contenidos curriculares como Construcción de Ciudadanía y Educación Sexual, por su "manifiesta perspectiva constructivista", y calificó de "calumniosa e interesada" la afirmación en cuanto a que la Iglesia está en contra de la educación sexual. Sin embargo, abogó a los católicos "no aceptar que este aspecto fundamental de la formación de la personalidad se reduzca a transmitir información parcializada y a instruir sobre el 'cuidado' que consiste en el uso de anticonceptivos y preservativos".
Delante del ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni, su par porteño Esteban Bullrich, el gobernador salteño Juan Carlos Urtubey y funcionarios educativos de otras provincias, Aguer calificó una decisión "acertada" la recuperación del ciclo secundario tras el "fracaso" del Polimodal.
No obstante, puso reparos a los lineamientos "políticos y estratégicos" que trazan los documentos oficiales, al considerar que "soslayan por completo el papel y la interacción con la escuela que corresponde a la familia, a la que cabe el derecho y el deber originario de la educación".
"La concentración en los aspectos económicos, estructurales y burocráticos unida a las numerosas indefiniciones hace temer una injerencia excesiva del Estado en las instituciones educativas", alertó en una extensa exposición.
Asimismo, el arzobispo platense puso en duda que pueda cumplirse la obligatoriedad que se propone para el nivel secundario, al considerar que "el problema principal es la pobreza, la indigencia o la miseria en la que viven vastos sectores de nuestro pueblo".
Aguer se preguntó en este sentido cómo podrán sostener esa escolaridad, por más gratuita que sea, las familias "arrastradas por un aluvión alarmante de decadencia material, cultural y moral".
"Sin educación no es posible la inclusión social, pero sin inclusión social no es posible una auténtica educación", aseguró.
Esta fue la única opinión con la que coincidió el ministro Sileoni, quien estimó, en diálogo con la prensa, que es necesario "luchar contra el abandono de la educación secundaria, que no solamente es alto aquí, sino en todo el mundo".
El funcionario opinó además que "la nueva escuela secundaria debe propender a la integración y el desarrollo integral de los jóvenes, que incluye modificaciones institucionales no traumáticas".
Al acto inaugural del Curso de Rectores, que se extenderá hasta el viernes, también asistieron el arzobispo salteño Antonio Cargnello, el obispo jujeño Marcelo Palentini, y el titular del CONSUDEC, sacerdote Alberto Bustamante, entre otras autoridades del subsistema de educación eclesial.
