Pero lo fundamental es que también los pilotos están en contra de los mismos.
Fernando Alonso explicó ayer mientras iniciaba su largo periplo hasta Australia, a través de su página web: "No entiendo la necesidad de cambiar las reglas de este deporte constantemente. Creo que este tipo de decisiones sólo puede confundir a los aficionados".
Y prosigue su queja lamentando que la FIA haya ignorado la decisión de la Asociación de Constructores de dar doce puntos al ganador, basada en una encuesta entre los fans: "La Fórmula 1 se desarrolla desde hace más de 50 años gracias a los equipos, a los patrocinadores, a los pilotos y, sobre todo, a los aficionados de todo el mundo, y ninguno de ellos ha podido exponer sus propios puntos de vista ante la FIA".
En la misma línea está también Nico Rosberg, "no tiene sentido". Y hasta uno de los teóricos beneficiados, Jenson Button: "Tras las nueve primeras carreras un piloto podría haber ganado ya el Mundial, aunque el segundo esté a 18 puntos. Y dedicarse a sestear el resto del tiempo".
Lewis Hamilton, que al principio dijo estar en contra "porque el equipo más consistente debe ganar el título", ahora no se pronuncia: "No tengo opinión sobre este asunto".
Alonso ve también absurda la limitación presupuestaria opcional para 2010: "Me preocupan no tanto las decisiones que afectan a la temporada 2009, sino, sobre todo, aquellas que afectan al futuro de la competición en los próximos años. Espero que haya alguna forma de que estas medidas sean reconsideradas a corto plazo".