Distinta pudo haber sido la historia si el árbitro uruguayo Líber Prudente no hubiera anulado una conquista lícita de Juan Neira que le hubiera permitido al representativo de la AFA ponerse en ventaja al promediar la primer parte.
Los juveniles albicelestes, que en esta fase final suman un empate y una caída, volverán a presentarse pasado mañana a las 20.30 enfrentando a Uruguay, en este caso en Puerto La Cruz. Y ya no habrá margen para el error.
En un campo de juego muy húmedo, producto de la intensa lluvia que cayó a lo largo del día sobre Maturín, el partido se hizo sumamente impreciso.
A los dos se les hizo difícil manejar la pelota, pero los futbolistas brasileños fueron un poco más dúctiles, sobre todo Maylson y Giuliano, y por ello el conjunto verdeamarelho dominó el partido durante los 20 minutos iniciales. De todos modos, le costó generar situaciones de riesgo frente al arco argentino porque era muy difícil controlar el balón y llegar jugando. No obstante, pudo abrir el marcador a los 11 cuando Dentinho asistió a Tales por izquierda y el remate de éste ultimo, que enseguida salió lesionado, fue rechazado al corner por Diego Rodríguez.
Parecía que el partido se inclinaba para el lado brasileño, pero después de los 20 Argentina creció, sin mucho orden, pero con mucha actitud.
Y generó riesgo a través de jugadas de pelota parada. Sobre los 23 debió ponerse en ventaja cuando el árbitro Líber Prudente le anuló un gol lícito a Juan Neira. El jugador de Gimnasia recibió por derecha un centro efectuado por Maximiliano Oliva desde el otro sector y cabeceó la pelota por encima del arquero Renán, pero el juez, inexplicablemente, invalidó la conquista por un offside pasivo de Fernando Meza, quien estaba adelantado, pero lejos de la acción y en ningún momento intervino en la misma.
Dos minutos más tarde Fernando Tobio conectó un córner ejecutado desde la izquierda, pero su cabezazo se fue apenas desviado. Y a los 27 Renán rechazó con lo justo al córner un disparo de Oliva que, tras desviarse en un jugador brasileño, tenía destino de red.
Brasil reaccionó en el cierre y a poco del final tuvo su segunda chance clara cuando Walter, ingresando por izquierda, sacó un remate bajó que se fue besando el poste derecho de Rodríguez.
A medida que fue transcurriendo la parte complementaria el desgaste se fue haciendo sentir en los jugadores de uno y otro equipo y el partido se tornó muy deslucido.
Las jugadas de riesgo no abundaban y todo parecía indicar que el encuentro se encaminaba hacia un empate. Pero sobre los 20 Walter intentó desbordar a Marcelo Benítez, quien tocó la pelota con la mano dentro del área, y Alan Kardec, con un disparo bajo, puso de penal el 1-0.
Argentina buscó el empate con coraje y tuvo alguna chance dentro de la inundada área brasileña. Pero dejó huecos para las contras brasileñas y en una de ellas Giuliano puso el 2-0 definitivo, que dejó a los chicos argentinos sin invicto y al borde del abismo.
