Con este resultado el conjunto rojinegro permanece a cinco puntos de la cima, que ocupa San Lorenzo de Almagro.
El crecimiento le permitió a Newell's además darle alcance a su vencido para convertirse en otro escolta de los de Boedo.
El primer período fue un monólogo de Newell's, porque manejó la pelota y generó situaciones propicias ante un desconocido Tigre, al que le salió mal su apuesta por esperar atrás y tratar de recurrir al contraataque.
La primera llegada clara se vio a los 10 minutos, pero la acción de Leandro Torres por la izquierda concluyó con un remate que Daniel Islas desvió al córner.
A los 18 contestó Tigre mediante una escena que comenzó Leandro Lázzaro saliendo de su propia área. El delantero dio un pase profundo para Martín Morel, quien llegó hasta la medialuna y habilitó a Matías Giménez por la izquierda. El mediocampista sacó un potente disparo que fue levantado por Sebastián Peratta por arriba del travesaño.
El equipo de Gamboa elaboró otras dos situaciones favorables antes de la apertura del tanteador, un cabezazo desviado de Fabbiani y una media vuelta de Diego Torres que controló el arquero.
Pero a los 27 el local depositó la primera diferencia en el fondo de la red. Hubo un centro de Gastón Machín, Fabbiani bajó la pelota con el pecho y Diego Torres a la altura del punto del penal definió hacia la derecha de Islas.
Después Newell's siguió merodeando el área de un rival que carecía de reacción y continuaba sin hallar la fórmula para recuperar el esférico.
A los 44 nació la excelente jugada de Fabbiani por la derecha, que consistió en dejar en el camino a cuatro adversarios y llegar hasta el fondo para meter el pase exacto entre el arquero y un defensor que pretendió ayudarlo.
Vangioni sólo tuvo que ponerle el punto final a la joya que elaboró Fabbiani.
En la segunda parte Newell's cuidó la pelota y buscó el tercer tanto por la vía del contragolpe.
Tigre se adelantó en el terreno e hizo lo que pudo por intentar revertir la situación, pero Newell's mantuvo el control de todo lo ocurrido en el Coloso y el triunfo jamás corrió riesgo.
