Incluso, el ex mandatario bonaerense se refirió a su diagnóstico como "un estilo" que, opinó, "hace que haya menor creatividad en la política".
En este sentido, en declaraciones a radio Continental, Solá consideró que los funcionarios, gobernadores, legisladores e intendentes tendrían que "poder comentar los temas como lo hace la gente en la calle".
Las filosas definiciones de Solá se producen en medio del malestar que el manejo del conflicto con el campo generó entre algunos gobernadores oficialistas particularmente afectados por el reclamo del agro en sus provincias.
El referente más fuerte de este grupo de mandatarios fue el cordobés Juan Schiaretti, que se comprometió a entregar subsidios a los productores de su provincia antes incluso de recibir los fondos de la Nación y no participó de los actos que encabezó Cristina Kirchner en los días más tensos del conflicto.
Aunque sin estar entre los más perjudicados por la crisis rural, el chubutense Mario Das Neves fue el vocero de las críticas más fuertes: llegó a pedir la renuncia del jefe de Gabinete, Alberto Fernández, por su papel en la negociación con el campo.
"La inflación destroza". Por otra parte, Solá dejó clara su preocupación por la inflación. Consultado por las actitudes de Guillermo Moreno, el ex gobernador planteó que el polémico secretario de Comercio "seguirá saliendo en los diarios, pero eso es anecdótico" y planteó que "lo importante es ver cómo hacemos para contener la inflación".
"La inflación es una cuestión de todos los argentinos, la inflación nos destroza, nos separa de una manera fenomenal a ricos y pobres y echa por tierra lo que venía siendo y es un crecimiento muy importante de la economía argentina", ahondó.
El fin de semana pasado, Solá había sido más duro con Moreno. "El problema de Moreno no es su histrionismo o la forma que tiene de actuar, que es tan respetable como otras, sino que no ha conseguido resultados importantes en su búsqueda de limitar la suba de precios muy fuerte", había dicho a un diario tandilense.
Además, algo más en línea con las posturas del Gobierno, el diputado condenó el paro del campo y defendió la última suba a las retenciones, aunque no dejó de plantear reclamos.
Evaluó como "un grave error" que la huelga del campo se haya planteado "por tiempo indeterminado" y cuestionó que la medida de fuerza incluyera cortes de ruta.
