La llama comenzó su ruta desde la Torre Eiffel en manos del primero de los 80 atletas o ex atletas elegidos para trasladarla, protegida por una falange de 3.000 policías motorizados, bomberos y policías vestidos en equipos de gimnasia, policías en patinetas y decenas de vehículos de fuerzas antimotines.
En el inicio mismo del recorrido, un activista del Partido de Los Verdes francés fue detenido por un policía con un tackle al estilo rugby cuando quiso acercarse al campeón de los 400 metros de 1997, Stephane Diagana, cuando éste llevaba la antorcha.
La llama no había recorrido ni 200 metros desde el lugar de este primer incidente cuando la policía se enfrentó a golpes y bastonazos con un grupo mayor de manifestantes.
La gravedad de la situación obligó a los agentes a apagar la antorcha y ponerla a resguardo dentro de un colectivo, informó la agencia de noticias Europa Press.
La antorcha fue bajada del colectivo más adelante para reanudar su ruta.
Pero cuando era trasladada por un atleta en silla de ruedas por un túnel vial, manifestantes bloquearon su avance con abucheos y al grito de "Tíbet, Tíbet", y fue en ese instante cuando la policía volvió a apagarla y a subirla a un colectivo.
El recorrido a pie fue reanudado tras este nuevo incidente, pero los manifestantes prometieron más protestas a lo largo del día en París.
Ayer, miles de personas se manifestaron en Londres durante del fuego olímpico para condenar la situación del los derechos humanos en China, y en especial la represión de las protestas del mes pasado contra el dominio chino en el Tíbet.
Una persona trató de arrebatar la antorcha y otra intentó extinguirla con un matafuego, pero la policía logró evitarlo. Un total de 37 personas fueron detenidas en la capital británica.
Los activistas prometieron manifestarse contra la antorcha en distintos puntos de su recorrido de 130.000 kilómetros hacia los Juegos Olímpicos que se celebrarán en Pekín del 8 al 24 de agosto.
El fuego olímpico pasará por Buenos Aires el viernes próximo.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, dijo el mes pasado que no descartaba boicotear la ceremonia de apertura de los Juegos en protesta por la política de derechos humanos de China.
Hoy, antes del inicio del recorrido de la antorcha por París, el canciller francés, Bernard Kouchner, dijo que Sarkozy mantenía "abiertas todas las opciones".
El presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Jacques Rogge, dijo hoy estar "profundamente preocupado" por la situación en el Tíbet, en sus comentarios más duros hacia Pekín desde que se inició la tormenta política que rodea a los Juegos. (Télam).-
