"Fue al quiosco a comprar caramelos y yo lo estaba mirando. Justo sonó el teléfono y atendí. Fueron cinco o seis minutos de charla y después salí nuevamente, pero el nene no volvía", contó a Télam Paula, la madre del pequeño.
La denuncia fue realizada por los padres en la Comisaría 4 de Hurlingham, en el oeste del conurbano bonaerense, donde se realizaron rastrillajes sin ningún resultado.
"Fuimos de nuevo a la comisaría y no se sabe nada", dijo hoy la madre con la voz entrecortada en medio de un estado de angustia y desesperación.
Los padres acudieron también a la Red Solidaria y difundieron las fotos en todos los medios.
"Mi hijo no sabe leer muy bien y no sabe nuestros celulares", dijo Paula tras comentar que el chico "no sabe manejarse solo por la calle, es un nene muy de mamá y papá".
"Pienso que alguien lo agarró porque él es el muy dado, capaz que alguien lo llamó y fue", dijo esta madre desesperada, que tiene otros dos hijos, uno de 5 años y otro de meses.
La mujer descartó la posibilidad de un pedido de rescate "porque nosotros no somos gente de dinero", y dijo que "pudo haber sido un loco o loca, algún degenerado".
También señaló que sus vecinos comentaron que durante la semana hubo vehículos "sospechosos" que se acercaron a la cuadra donde vive Pablo.
"Son versiones que tienen los vecinos, no sé si son verdad. Hablan de una camioneta sospechosa que vino el miércoles y de un Ford Falcon que vino el jueves y que quien manejaba sacaba fotos. Lo que pasa es que donde yo vivo la calle es de barro, por lo que los autos no pasan, así que es muy raro", expresó.