Un niño de 12 años que jugaba en la casa vecina murió en el momento, aplastado por la medianera, mientras resultaron gravemente heridas una mujer de 65 años que habitaba en la casa afectada y otra de 70 que estaba en la vivienda lindera, junto con el niño que murió.
El comisario Ricardo Pedace, jefe de la circunscripción séptima, afirmó en un primer momento que podía haber más víctimas debajo de los escombros, por lo que llevaron perros entrenados para buscar rastros, pero luego descartó esta posibilidad.
Si bien las autoridades no dieron detalles sobre las causas de la explosión, la hipótesis más firme es que hubo un escape de gas a raíz de la rotura de un caño maestro, en una vivienda donde se efectuaba tareas de reparación.
"Trabajo justo enfrente y cuando sentí la terrible explosión salté la pared que había quedado en pie y me encontré con un hombre que a gritos me pedía ayuda para remover los escombros y sacar a su hijo que había quedado allí", dijo Roberto, vecino del
lugar.
El testigo agregó: "luego escuché gritos de una mujer mayor que había quedado atrapada dentro de una habitación que creo era el baño, mientras pude observar a otra mujer mayor muy mal herida a pocos metros".
Un de ellas había quedado atrapada dentro de la única habitación que quedó en pie en la casa que explotó y sufrió politraumatismos, mientras que la otra, además de lesiones similares, tuvo quemaduras de diverso grado.
Pedace dijo que el niño fallecido "no vivía en esta casa sino que estaba jugando cerca de la medianera cuando ocurrió la explosión" y que los peritos de la Superintendencia de Bomberos "investigan las causas del siniestro".
Los vecinos afirman que el chico muerto era hijo de una mujer, empleada de la señora mayor que sufrió quemaduras, quien también estaba en el lugar cuando ocurrió la explosión.
Siete dotaciones de bomberos trabajaron para remover los escombros, mientras la Guardia de Auxilio porteña apuntalaba los restos de la casa y de la vivienda lindera, que resultó con importantes grietas.- (Télam)
