La implementación de este nuevo sistema estará listo el próximo mes, y se trata de la implementación de 2.000 contenedores de basura que tendrán dos tapas bien diferenciadas en las que los vecinos de aquellos barrios deberán depositar sus residuos previamente discriminados.
Los de tapa naranja es para los residuos secos, es decir, aquellos tales como la tela, el papel, el vidrio y el plástico, en tanto que en los de tapa gris deberán ir a parar, por ejemplo, los restos de comida.
Además, Telerman dijo que a los dos mil contenedores se les sumarán en las próximas semanas diez mil más, y que, no obstante, el servicio puerta a puerta de los recolectores de basura seguirá funcionando como hasta ahora.
Sin embargo, afirmó que al modificarse las costumbres de quienes arrojan sus residuos también lo harán las de los cartoneros. "Quienes realizan la tarea en la calle lo van a poder hacer en plantas, con condiciones higiénicas mayores, y con un rédito económico muy grande", prometió.
Criticas a favor y en contra de la oposición por la medida
Gabriela Michetti, candidata a vicejefa por el PRO, dijo que "en Rosario, donde se implementó la contenerización hace tiempo, se tomaron meses para concientizar a la gente sobre la separación de residuos en origen. Telerman está usando un sistema muy bueno sin los recaudos necesarios para que funcione".
El ministro de Educación nacional y candidato a la jefatura, Daniel Filmus, aseguró: "Nosotros apoyamos la instalación de contenedores, pero en otro contexto. Hace falta una concientización profunda y un mes es poco tiempo. Además, hoy la Ciudad tiene un solo centro de reciclaje, en Villa Lugano, que no puede manejar todo el caudal de residuos secos".
Luis Viviant
luisv@elcomercioonline.com.ar