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Los peritos creen que a Maria Marta le taparon tiros con la gotita

Un médico forense y un perito químico aseguraron hoy en el juicio por el crimen de María Marta García Belsunce que existe una alta probabilidad de que a la socióloga le hayan tapado los orificios de bala que tenía en la cabeza con el pegamento "La Gotita".
Se trata del forense Néstor De Tomas, que llegó a esta conclusión luego de analizar el video de la autopsia, y del químico Luis Ferrari, que realizó dos estudios sobre piel extraída de las heridas de bala de la víctima y en uno de ellos detectó la presencia de uno de los compuestos de este pegamento instantáneo.

Si bien en ninguno de los dos casos los testigos pudieron afirmar rotundamente y con grado de certeza que existió el adhesivo "La Gotita", cada uno, con sus explicaciones, dio a entender que el pegamento existió y eso le sirvió al fiscal Diego Molina Pico.

Molina Pico aseguró en su elevación a juicio que la familia de la víctima utilizó este pegamento para cerrarle las heridas que tenía en el cráneo y de esta manera evitar que la gente que pasara por el velatorio se diera cuenta de que eran balazos.

En tanto, el empleado de la empresa funeraria que retiró el cadáver de María Narta de su casa del country Carmel, aseguró que la cara de la víctima "estaba super maquillada", de manera que se pudo "haber tapado hasta lo intapable".

Se trata de Roberto Di Feo, ex empleado de la funeraria Casa Sierra, quien además aclaró al declarar hoy que el cuñado de la víctima, Guillermo Bártoli, le "impidió acondicionar el cuerpo, colocarle mortaja y retirarle cadenas y aros".

El primero en declarar hoy frente al Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 6 de San Isidro fue De Tomas, un prestigioso médico forense que fue el creador del Servicio de Especial de Investigaciones Técnicas (SEIT) de la policía bonaerense, la actual Policía Científica.

En esta causa, De Tomas fue asignado como consultor permanente del fiscal Molina Pico por la Procuración bonaerense y una de sus tareas fue revisar el video de la autopsia, que hoy, aunque sólo un fragmento, se exhibió por primera vez en el juicio en presencia del público y la prensa, pero no del imputado Carlos Carrascosa, que prefirió retirarse de la sala, como pasó al inicio del juicio.

De Tomas explicó, y en el video pudo apreciarse, que los tres orificios de bala ubicados en la sien izquierda de María Marta son notoriamente más chicos que los tres balazos ubicados en el parietal izquierdo, debajo del cuero cabelludo.

El forense aseguró que, al ver el video, la única explicación que le encontró a por qué había tres orificios de un tamaño y otros tres de otro cuando el calibre de las balas había sido el mismo, 32, fue que los tres primeros ubicados en la sien, habían sido sellados con pegamento "La Gotita".

"Yo vi que cuando se desprendió el cuero cabelludo los tres orificios de adelante (de la oreja) estaban cerrados y los tres de atrás abiertos. Para abrir esos orificio de la zona preauricular necesitaron de una tijera curva", señaló el forense.

De Tomas descartó que esos orificios se hayan cerrado por el formol que había en el cajón, por el proceso de putrefacción o por la retracción de la piel ante el ingreso de una bala.

Si bien el testimonio de De Tomas fue importante para la fiscalía, este médico no estuvo en contacto con el cadáver, sino que sólo sostiene su hipótesis por el video, por lo que su testimonio podría quedar descartado cuando declaren los dos forenses que hicieron la autopsia y que en la instrucción aseguraron que no detectaron ningún pegamento en las heridas.

También mostró con el video que uno de los balazos que impactó arriba de la oreja sobre el cuero cabelludo fue "una lesión vital" de un proyectil que no llegó a penetrar en el cráneo y que la investigación luego determinó que fue la famosa "bala-pituto" que la familia arrojó al inodoro.

De Tomas también afirmó que la muerte de María Marta nunca pudo haber sido confundida con un accidente en la bañadera.

"Los orificios tenía una distancia mínima entre sí que no se correspondía con la grifería de la bañadera", dijo el forense.

Luego declaró el perito químico de la Suprema Corte Ferrari.

Si bien a lo largo de dos horas tuvo la mejor intención de explicar con gráficos, metáforas y un lenguaje coloquial cuál había sido su trabajo en la causa, no fue claro en su exposición al punto de que reconoció que hablaba en "chino básico".

Ferrari fue uno de los químicos que realizó pericias sobre cuatro muestras de piel extraídas de las heridas de bala de María Marta para determinar si habían sido selladas con "La Gotita".

El testigo explicó que en un primer peritaje realizado en Gendarmería, los análisis dieron negativo, pero que luego recurrió a otro método, más complejo, que poseían en los laboratorios de la Universidad Nacional de La Plata.

La conclusión de esta pericia es que en uno de esos cuatro tacos de piel se encontró "ciano", pero para tener certeza de que se tratara de "La Gotita" los químicos deberían haber encontrado "cianoacrilato", uno de los componenetes de ese tipo de pegamento.

Sin embargo, hoy Ferrari aseguró que "hay un alto grado de probabilidad, o fuerza evidencial, de que pudo ser cianoacrilato".

Lo que el perito intentó explicar durante tanto tiempo es que el estudio detectó el ciano pero no el acrilato porque este segundo elemento comparte elementos con las proteínas de la piel.

La defensa siempre sostuvo que el ciano también era un compuesto de las tinturas -María Marta se teñía-, y de piojicidas, pero hoy Ferrari descartó al menos esta segunda posibilidad. (Télam).

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