“La lactancia materna es uno de los pilares primordiales para disminuir la mortalidad infantil y el mejor alimento que puede tener un recién nacido. Trabajamos toda la semana remarcando la importancia de la succión desde el primer momento del nacimiento, el contacto piel a piel y lo primordial que es poder establecer el vínculo”, explicó la directora del Hospital Materno Infantil, Alejandra Fontao.
Durante la semana, profesionales del área brindaron charlas a pacientes en la sala de espera, en los consultorios y en las habitaciones del Hospital. El cronograma culminó con una charla dirigida al personal.
Delfina Carti, jefa de Residentes de Obstetricia, señaló: “Durante toda esta semana promovimos la lactancia, brindamos herramientas a las madres y las escuchamos en sus inquietudes”. Por su parte, Isabel Bermejo, del equipo de puericultoras, remarcó: “Para nosotros es un trabajo de todo el año, pero en estas fechas se hace más visible. Vimos entre todos lo que cada uno hizo por separado y eso nos pone muy felices”.
Además, durante la jornada de cierre, se presentó un lactario para trabajadoras del Hospital, para que puedan realizar extracciones, refrigerarlas y alimentar a sus bebés cuando llegan a su hogar. Esta sala se suma a otras dos que ya tiene el nosocomio en las áreas de Neonatología y Pediatría.
La Semana Mundial de la Lactancia Materna fue instaurada oficialmente por la Organización Mundial de la Salud y UNICEF en 1992. Se celebra en más de 120 países, del 1 al 7 de agosto, como aniversario de la Declaración de Innocenti, sobre la protección, el fomento y el apoyo de la lactancia materna, firmada por ambas organizaciones en agosto de 1990.
Esta práctica es la forma ideal de aportar a los niños pequeños los nutrientes que necesitan para un crecimiento y desarrollo saludables. Todas las madres pueden amamantar y se recomienda lactancia exclusiva hasta los 6 meses de vida, para luego continuarla, junto con la alimentación complementaria, hasta los 2 años de vida.