“Las prácticas que ejercen la sobrepesca son crueles y completamente inmorales. Los gobiernos del mundo deben acordar en la ONU un Tratado Global Oceánico que permita allanar el camino para la creación de una red de santuarios que proteja a las especies marina y el ecosistema en el que viven”, señaló Estefanía González, coordinadora del programa de océanos de Greenpeace Andino.
Lamentablemente, muchas especies de tiburones están en peligro de extinción y algunas poblaciones han disminuido hasta en un 99% debido a la actividad humana. (2)
Por su parte, el informe destaca el impacto devastador que la sobrepesca está teniendo sobre poblaciones de tiburones mako, el más rápido en el mundo y en peligro de extinción. Según investigaciones de la organización ambientalista, barcos españoles y portugueses capturan hasta 25 mil tiburones mako al año. (3)
Según los datos expuestos, colectivamente se capturan cuatro veces más tiburones que peces espadas.(4)
Hoy en día, apenas cerca de 1% de los océanos están protegidos y no existe un mecanismo legal para la creación de santuarios sobre aguas internacionales. Ante la omisión de los gobiernos a la comunidad científica, la industria pesquera devasta los ecosistemas marinos mediante prácticas nocivas y excesivas. (5)
“A través de este informe exponemos a los culpables de estas atrocidades, pero también desde Greenpeace exigimos a los gobiernos del mundo un acuerdo con regulaciones estrictas, que le ponga límites a las pesqueras sobre la protección de los océanos”, afirmó González.