“Hoy. 7:45 hs. Comodoro Py todo vallado. 300 gendarmes. 100 policías. 70 prefectos. 15 carros de asalto. 4 camiones hidrantes y 2 cisternas de agua para recarga en caso de que se agoten. Me parece que alguno va a tener que cambiar de terapeuta...”, advirtió Cristina Kirchner poco después de cumplir el trámite a través de las redes sociales.
Al ingresar a la oficinas del Juzgado acompañada por su abogado Carlos Beraldi, la mandataria cuestionó la poca gente que había: “¿A qué hora arrancan acá?”, preguntó, puesto que no estaba ni Bonadio ni la secretaria de la causa, sino apenas unos pocos colaboradores del juez que se encargaron de concretar rápidamente los trámites, que demoraron menos de media hora.
“Llego al cuarto piso. En las oficinas del juzgado, dos o tres empleados. Qué raro, siempre estaba lleno de gente ¿Será por la hora? La secretaria María Muntaner no está. Nos dicen que está estacionando el auto. Ajá... Pregunto por Su Señoría. Nos dicen que todavía no llegó. Ajá. A todo esto habían pasado las 8:00”, cuestionó.
Además, relató que esperó “un rato hasta que llegó el personal encargado de realizar los trámites administrativos” y que “la toma de huellas dactilares, como es obvio, la realiza personal de la Policía Federal que no tarda más de diez minutos”.
De hecho, fue un trámite rutinario y breve: cuando una empleada del Juzgado le prestó su birome para firmar el acta, ella se negó y lo hizo con una pluma que le aportó su abogado Beraldi.
“Luego, el informe socioambiental que lo realiza una trabajadora social. Demora otros diez minutos. Eso fue todo.
Finalmente la realidad siempre se impone. Lo más sensato y moderno de todo: las toallitas húmedas par limpiarte los dedos entintados. Increíbles, como estos tipos”, dijo.
Y agregó, con ironía: “Cuando me fui Bonadio todavía no había llegado. Y ¿sabés qué? Además no paga Ganancias”.
Casi media hora después de ingresar al edificio, Cristina Kirchner se retiró sin formular declaraciones a la prensa y casi sin tomar contacto con los periodistas, pues el cuarto piso donde Bonadio tiene su despacho estuvo bloqueado y cerrado al público por parte de la Policía Federal.
“Se demoró un poco porque no estaba el juez ni la gente que tenía que tomar las huellas dactilares”, se quejó Beraldi en declaraciones radiales.
La concurrencia de Cristina Kirchner a los tribunales de Comodoro Py se produjo luego de una segunda citación por parte de Bonadio, luego de que la exmandataria se presentara el pasado viernes en el Juzgado Federal de Río Gallegos para cumplir el trámite, lo cual le fue negado.
Cristina Kirchner está procesada por defraudación al Estado a raíz de la venta de contratos por dólar futuro durante su Gobierno, al igual que otras 17 personas, entre ellas su entonces ministro de Economía Axel Kicillof.
“Lo que corresponde que esta causa vaya a un tribunal oral para poder dar la batalla”, dijo Beraldi, en función de que días atrás presentó un escrito en el que desistió de apelar el fallo de la Sala II de la Cámara Federal porteña que confirmó su procesamiento.
No obstante, Bonadio rechazó ese planteo de Cristina Kirchner al considerar que existen pasos procesales previos obligatorios que debe cumplir antes de ser enviado el expediente a un Tribunal Oral.
Beraldi tildó de “arbitrario” al juez por esa decisión así como por obligar a su cliente a concurrir a Buenos Aires para cumplir con el trámite pues -según dijo- correspondía que lo hiciera en Santa Cruz, donde reside.
