Por una parte la incorporación de dos jóvenes y talentosos músicos como son Macarena González Herrera y Lucas Vittipaldi y por otra las ganas de mantener viva la llama de los fundadores que tiene el Chino. Y ahora fortalecidos musical y humanamente por la incorporación del maestro Silvio Leclecq en la primera guitarra,
¿Qué busca aportar y ofrecer el grupo en estos tiempos musicales?
Fundamentalmente poner nuestro grano de arena en lo que vemos como una necesidad de nuestro tiempo, fortalecer nuestra identidad cultural, abiertos a todas las expresiones del arte pero decididamente habiendo optado por lo popular, participativo y tradicional.
Están presentando el disco “Memorias del Pueblo”. Qué nos pueden contar de su proceso de creación y por qué la elección de ese repertorio.
Este es nuestro segundo "hijo" el primero fue "corazón al norte" en el que hemos desarrollado un gran repertorio, pero estimamos que no habíamos logrado la calidad de sonido que nos habíamos fijado como objetivo del proyecto. Por eso no lo difundimos.
Pero lejos de desanimarnos, tomamos esa experiencia como una de las grandes lecciones de nuestra carrera y pusimos en marcha el nuevo proyecto.
En primer lugar recurrimos a una pieza clave de este logro, que es el maestro Oscar Magariños, que con toda su sapiencia nos guió para alcanzar el sonido que buscábamos. En cuanto al repertorio siempre es una parte muy difícil de resolver, pues como manejamos muchos temas con solvencia, cuesta mucho esa selección. Optamos por aquellos temas que nos fundan en esa identidad que queremos reconstruir y en lo que nos fue transmitiendo el público en nuestras presentaciones. A esos temas populares nos atrevimos a sumar dos propuestas originales en "Como a mí me han enseñado" música y letra del Jorge “Chino” González y "Sextinas para mi ausencia" con letra de Juan Cáceres "Zupay" (fundador del grupo) y música del Chino.
¿En dónde consideran que radica la memoria del pueblo?
Esa es toda una pregunta. La memoria pareciera que es mucho más que esa capacidad de recordar que tiene el hombre, porque hay manifestaciones que surgen casi de las herencias genéticas o hasta podríamos decir espirituales que llevamos. Y cuando hablamos de Pueblo estamos refiriéndonos a ese mismo concepto pero de manera comunitaria. Allí es cuando la respuesta se hace mas insondable. Entonces, como nos suele ocurrir cuando nos perdemos nos surge el ansia de volver a nuestro barrio, a nuestra casa paterna o hasta el vientre mismo de nuestra madre. Tal vez porque en ese ámbito habiten nuestros mejores recuerdos.
Lejos estamos de definir temas tan profundos y filosóficos, pero desde la música y los textos de las canciones, recordamos y nos reencontramos con esas cosas simples y cotidianas que se nos antojan como un buen refugio para tanta confusión actual.
Entonces le cantamos al boliche, a la niñez, a la luna, al amor, a la mesa de amigos y familia, al dolor de quienes sufren la injusticia y porque no a la muerte, esa vieja compañera que nos está esperando desde que nacimos y le cantamos convencidos que podemos trascenderla, es decir lo hacemos con alegría.
¿Hay memoria de lo nuestro?
Sí, estamos convencidos que sí que hay más memoria de lo nuestro de lo que se muestra. Lo comprobamos en todas y cada una de nuestras presentaciones. Ya sea en la multitud alegre y devoradora de los festivales o en la intimidad de una guitarreada siempre encontramos la identificación del público con nuestro folklore tradicional. Tan es así que cuando encontramos jóvenes que no habían escuchado y experimentado la fuerza y la simpleza de nuestra música y poesía, los vemos como se sorprenden emocionados y contagiados por eso que no saben bien de donde les viene. Nosotros abrigamos la teoría de que se trata de esas Memorias del Pueblo.
¿Qué representó que Domingo Cura haya puesto la mirada y el padrinazgo en el grupo en sus comienzos?
Por supuesto que significó un cúmulo de sensaciones muy potentes, que si tratamos de resumirlas las podemos definir en estos conceptos básicos: honor, afecto, gratitud, responsabilidad y, para que negarlo, una cuota de orgullo grupal. Nuestro problema fue el éxito, aunque parezca paradójico. De la mano del maestro Domingo nos escucharon grandes amigos y referentes de la música y terminaron convocando, uno a uno, a los integrantes y eso terminó desarmando al grupo; ahí nomas arrancábamos. De todos modos eso nunca minó los afectos personales, muy por el contrario alentamos a nuestros compañeros a iniciar ese camino, pensando que nosotros aún no teníamos instalación.
¿Cómo ven el folclore actual? Consideran que se está perdiendo lo tradicional porque las nuevas propuestas apuestan a la fusión de estilos como es el caso del folclore urbano.
Creemos que el folklore actual es el resultado de una heroica resistencia cultural, que sin saber venimos haciendo todos y cada uno de los músicos populares del tango y el folklore desde los gloriosos años 60 a la fecha. Todos los talentos que van apareciendo, estaban allí desde hace rato, solo han logrado emerger poco a poco.
Los festivales siempre convocaron y convocan multitudes; miles y miles de peñas, fogones, jineteadas y guitarreadas suceden a diario a lo largo y a lo ancho de la Patria. Esa realidad es que ha permitido que a pesar de no estar en los medios de comunicación, no hayamos desaparecido.
En cuanto al llamado folklore urbano, estamos convencidos tenemos dos grandes versiones: Uno es un orgullo nacional que tiene muchísimos años y se llama tango que nació en el Río de la Plata y se hizo universal llegando a todo el mundo. El otro es mucho más joven pero tiene la magia de la alegría y el ritmo de los corazones, nació en Córdoba y lo conocemos como cuarteto.
Respecto a la vigencia del folklore tradicional, lo vemos tan representativo y convocante como siempre. Es el que llena festivales, es simple, es alegre, se baila y nos emociona. El mayor convocante hoy es sin dudas el Chaqueño Palavecino y si haces un festival con los Manseros, con los de Inmaguare con Mario Bofil o con Carlos Ramón Fernández tenes garantizados la taquilla.
La Sole que hizo un gran aporte al folklore, intentó entrar al mercado latino de la mano de uno de los productores más grandes de la música como es Emilio Stefan y ese disco fue un fracaso porque la Sole perdió su frescura, su identidad. Luego volvió al folklore y a ser el Huracán de Arequito y su público la estaba esperando y le volvió a responder.
Los Nocheros hacen folklore melódico pero traspiran Salta por los poros, Jorge Rojas, Sergio Galleguillo, Facundo Toro, Franco Luciani, Nestro Guernica, Luciano Pereyra que se va unos metros pero siempre vuelve. y todos nosotros, los ignotos, los que estamos siempre y hacemos el aguante esperando nuestro momento.
Y el más popular, pero más polémico, Abel Pintos, otro cantor formidable pero que al ser invitado al mercado latino tuvo mejor suerte que la Sole, pero está pagando el costo de irse del folklore, sin embargo sigue cantando chacareras y zambas de maravilla solo creemos que no somos quienes para pedirle que le diga que no al éxito de ese mercado.
Todos somos producto de alguna fusión, la guitarra, el piano, el violín o el bandoneón no son argentinos, solo el bombo leguero lo es pero ya se forjó hace mucho el folklore. En el caso del tango ni hablar, están emparentados con lo clásico y lo negro, el cuarteto es hijo putativo del mambo, pero sacaron dni o sea documento nacional de identidad, con ese documento vamos a cualquier parte y hacemos fusión, pero no queremos caer en la confusión que es lo que abunda.
¿Qué representa el Grupo Arraigo?
El grupo intenta representar todo esto de lo que estamos charlando, parece que lo vamos logrando, somos uno más de los innumerables folkloristas que esperan su momento, pero mientras trabajamos para llegar disfrutamos mucho de lo que hacemos y eso gozo lo percibe nuestro querido público, esa tal vez sea nuestra marca personal. Gracias a Dios cuando tocamos logramos esa maravillosa comunicación con el Pueblo eso nos hace crecer todo el tiempo.
¿Quiénes integran el Grupo Arraigo?
Arraigo somos: Macarena González Herrera en el violín, Lucas "Vitillo" Vittipaldi en percusión, Silvio Leclercq en primera guitarra y Jorge "Chino" González en guitarra y voz.
