“El primero de los subsidios que gestionará el Club Pringles será el del Senado bonaerense para impulsar sus proyectos deportivos. Conocemos los esfuerzos enormes que hacen los clubes de barrio para afrontar sus gastos, y con la cuota de los socios no siempre alcanza”, adelantó Galmarini.
Las autoridades del Pringles destacaron el rol del club, "un lugar de referencia de los vecinos de Martínez por su rica historia”, donde además de ofrecer escuela de baby fútbol, taekwondo, “fomentamos actividades sociales, no rentadas, como tango y folklore. Esa es la función del club”.
“Nuestro compromiso es ayudar a que los clubes de barrio puedan crecer y puedan manejarse de manera autosustentable. En San Isidro no existe una política para lograr que cada club, cada sociedad de fomento, cada ONG, pueda tener asesoramiento para poder tener al día toda su documentación en regla. La función social de estas instituciones es clave para socializar a nuestros hijos, fomentar el deporte, la inclusión y alejar a los chicos de los peligros que tiene la calle”, finalizó Galmarini.