La marcha fue convocada por ATE (estatales), CICOP (médicos), AJB (judiciales), SUTEBA (docentes), FEB (docentes), UDOCBA (docentes), SOEME (empleados de minoridad), FULP (universitarios) y taxistas y también participaron organizaciones de izquierda como el Polo Obrero y Quebracho.
Judiciales y profesionales de la salud cumplieron este jueves con el tercer día de paro y tienen previsto realizar asambleas este viernes para decidir el camino a seguir.
Oscar de Isasi, titular de ATE provincia de Buenos Aires, advirtió sobre la posibilidad de convocar a un paro y movilización para la semana próxima.
“Planeamos convocar a una gran marcha multisectorial para junio, no sólo con los gremios sino también con los pequeños productores de la zona afectados por el plan económico del gobierno”, sostuvo el dirigente.
Afirmó que “cuando tomamos la iniciativa de construir la unidad de los trabajadores para enfrentar este ajuste que pretende descargar la crisis sobre los trabajadores y los sectores más vulnerables, lo hicimos con la misma convicción que hoy nos lleva a caminar juntos en la calle”.
Raúl Calamante, secretario Adjunto de la CTA provincia de Buenos Aires y secretario de Interior del Suteba, explicó que la marcha “fue una señal clara de la unidad de la clase trabajadora, que demuestra la voluntad firme de rechazar la propuesta política de ajuste y de flexibilización laboral que se pretende implementar en la provincia”.
Pablo Abramovich, destacó que “más de 15 gremios rechazaron la rebaja salarial y la profundización de la precarización en el Estado provincial”.
Pese a la movilización, que generó un verdadero caos en toda la ciudad, los bloques de Cambiemos y del Frente Renovador aprobaron la ley de Emergencia Administrativa, que ya tenía media sanción del Senado, y que los gremios consideran un “ajuste y una forma de flexibilización” de las condiciones laborales.
