Su diagnóstico implica una valoración de todo el riesgo potencial del paciente y de acuerdo a esto, un tratamiento adecuado, no sólo de su hipertensión arterial (HTA) sino también de otros factores asociados como el colesterol alto, tabaquismo, diabetes, inactividad física y el sobrepeso u obesidad. La detección temprana resulta fundamental para evitar daños en riñones, cerebro y corazón. Por ese motivo, en Tigre se trabaja en la toma de conciencia sobre la importancia del control de la salud para detectar esta enfermedad llamada “silenciosa”, ya que, habitualmente no presenta síntomas.
La hipertensión y la obesidad son las dos epidemias que más afectan a la población en nuestro país. El 80% de las causas de muerte son las enfermedades crónicas no transmisibles y dos terceras partes son las cardiovasculares. En el 90% de los casos, la hipertensión está entre las causas.
En Argentina hay entre 8 y 10 millones de personas con presión alta, pero muchos lo ignoran y quedan expuestos a sus complicaciones, como insuficiencia renal, enfermedad vascular periférica, ceguera y deterioro cognitivo. Además, el 60% de los accidentes cerebrovasculares (ACV) y el 50% de las enfermedades coronarias son por esta causa.
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