Las autoridades tuvieron que evacuar la zona y tomar precauciones por el temor a una posible segunda detonación, teniendo en cuenta también que los productos que había en la fábrica, mayormente plásticos, son altamente inflamables y podían intensificar las llamas.
Afortunadamente no se registraron heridos hasta el momento.
Las primeras versiones indicaban que el siniestro se inició a raíz de la explosión de uno de los tanques de solvente.
Según se informó, el edificio ya había sufrido un incendio anterior en el año 2013.