En todo el partido de Luján “hay 462 personas evacuadas,seguimos en alerta rojo y estimamos que de no ocurrir alguna nueva precipitación, en 48 horas el río tendría que consolidar su bajante”.
En este aspecto aseguró que para que la gente comience a volver a sus hogares el río tiene que alcanzar los cuatro metros de altura y para volver en forma definitiva los 2,80 metros.
Sosa estimó que a raíz de esta inundación “el 10% de la población de Luján resultó afectada en forma directa e indirecta y los lugares más perjudicados fueron el pueblo de Olivera, que esta muy cerca del río y tiene pocos habitantes, y el barrio padre Carlos Varela, que tiene casas humildes”.
El funcionario aseguró que la inundación después del temporal “impactó en 1.500 familias y abarcó tanto a la población más vulnerable como a la clase media y también afectó mucho a los comerciantes”.
“Lo distinto que alcanzamos a ver respecto a otras inundaciones y crecidas del río es que ahora la gente accede a evacuarse más rápidamente, porque sabe que el río puede volver a crecer en cualquier momento. Antes eso no pasaba y la gente era reacia a abandonar sus hogares pero las constantes crecidas la hicieron cambiar su actitud”, precisó.
Sosa detalló que “la zona del casco histórico sigue inundada y hay agua en los alrededores de la Basílica” y detalló que la reconstrucción abarcará varios aspectos y que para eso “están reunidos el intendente con las autoridades nacionales y provinciales”.
Indicó además que hay en Luján “al menos 10 barrios inundados, entre ellos el pequeño pueblo de Olivera, que tiene 2.000 habitantes y hay 200 evacuados, es decir el 10% de su población”.
En este aspecto aseguró que “hay barrios en los que sólo había anegamientos de calles y allí el agua ya comenzó a escurrir”.