“El CPA de San Isidro hace tres años que no tiene personal de limpieza y mantenimiento, no tiene presupuesto para mantener la higiene del edificio y que sufren reiterados cortes en los servicios básicos. Este es el interés que tiene el gobernador para asesorar y atender a las personas afectadas por el consumo problemático de drogas”, declaró Galmarini.
“Los profesionales del CPA, con ayuda de los pacientes, son los encargados de limpiar el lugar, pagan los productos de limpieza de sus propios bolsillos para poder atender en condiciones dignas”, comentó el senador vecino de San Isidro. “Las condiciones de salubridad e higiene, para los trabajadores y quienes concurren al Centro para recibir asesoramiento, no pueden garantizarse en las condiciones actuales”, agregó.
Los Centros de Atención en Adicciones (CPA) dependen de la Subsecretaría de Salud Mental y Atención a las Adicciones de la Provincia de Buenos Aires y se encuentran en casi todos los distritos. Al igual que otros CPA, el establecimiento ubicado en San Isidro sufre numerosos problemas edilicios y sanitarios -como humedad en las paredes y en el techo, e instalaciones eléctricas al descubierto-, que dificultan y en ocasiones imposibilitan el correcto funcionamiento.
"Es muy preocupante la incapacidad que hay en la provincia para gestionar. La situación del CPA de San Isidro no es un caso aislado. El CPA de Vicente López, por ejemplo, ya mudó su sede dos veces por falta de pago de los alquileres. Si no pueden pagar el agua, me pregunto cómo puede llevar adelante políticas eficientes para luchar contra la drogadependecia y el narcotráfico”, finalizó Galmarini.