Los objetos fueron cuidadosamente sacados del lugar luego de más de dos horas de prolijas tareas y están hoy almacenados en herméticas cajas que fueron remitidas al Museo del Bicentenario, hasta que se decida el lugar para su conservación definitiva.
“Estas piezas tienen un valor difícil de calcular porque su valor agregado se los da el paso del tiempo. Sin embargo, tienen enorme simbolismo porque representan los objetos queridos y pensados que eligieron para depositar allí quienes inauguraron este monumento tan importante”, sintetizó Juan José Ganduglio, director del Museo del Bicentenario.
En tanto, Darío Signorini, de la Federación de Instituciones Italianas del Consulado de Buenos Aires, Fediba, calificó el hallazgo como “muy importante” porque ratifica algo que “teníamos en los libros”. Agregó que todo lo “planteado sobre la historia del Monumento lo pudimos ver en la realidad. Se trata de un legado de nuestra comunidad fruto del amor hacia este país que los albergó”, indicó.
Previamente a la apertura de la caja de plomo, los asistentes visitaron el área donde está siendo restaurado el Monumento a Colón por el prestigioso artista argentino Domingo Tellechea, responsable del trabajo que apunta a poner en valor la obra, que estaba seriamente deteriorada por la corrosión, el paso del tiempo y hasta por atentados explosivos.
Por su parte, Abel Fatala, subsecretario de Obras Púbicas del Ministerio de Planificación Federal, involucrado en esta tarea de conservación, fustigó a los diarios La Nación y Clarín que hablaban de un monumento destrozado y aseveró que “hubiera sido imposible llevar adelante este trabajo de consolidación del monumento que estamos haciendo si no se hubiese desmontado”.