También, aunque se decían cuatro, se comprobó que los delincuentes eran sólo dos, encabezados por Marcelo Ameijeiras, un condenado a perpetua que se fugó de varias cárceles y que se mostró durante la toma en al menos cuatro oportunidades ante las cámaras televisivas.
Para que se entregaran fue necesario que estuvieron presentes una jueza de garantías, una fiscal y el jefe de la Policia Bonaerense, Hugo Matzkin, a quienes Ameijeiras pareció desafiar diciéndoles que no era “un asesino” y que sólo intentaba “ganarse la vida”.
La toma comenzó a las 14 en una casa entre las calles Seguí y Puerto Rico, en el límite del barrio San Lucas, de Tortuguitas, cuando un joven estaba junto a su novia en la puerta de su casa, momento en que llegaron los sujetos que venían escapando de la policía y se vieron atrapados.
Fue entonces cuando irrumpieron en la casa, donde estaba la familia, un matrimonio y una nena de 9 años, mientras el joven -hijo también de la pareja- y su novia consiguieron escapar.
De inmediato, se armó una toma de rehenes que se publicitó en los distintos medios de comunicación, con uno de los delincuentes hablando en vivo.
“Si ingresan, acá se pudre todo papá, tenemos muchos años en el lomo. Volamos todos, no estás hablando con nenes”, le dijo a Crónica TV apenas comenzado el episodio.
Alrededor de la casa se montó un comité de crisis con tres anillos: el primero, del Grupo Halcón; el segundo, de la Policía de Investigaciones, y por ultimo de la policía de Infantería.
Los delincuentes exigieron la presencia de un canal de aire en vivo, pero finalmente se conformaron con una cámara de C5N, que fue elegida por los investigadores porque podía acercarse sin la complicación de cables.
El camarógrafo de canal C5N se pudo acercar hasta 120 metros de la vivienda, pero el delincuente exigía que avanzaran más, ante lo cual el periodista respondió: “no, hasta acá, tengo miedo”, tal como se había acordado con los policías.
Fue ese momento que se vivió la situación más tensa, cuando Amejeiras cruzó la puerta de la vivienda, con la dueña de casa como escudo, y le dijo: “Me llamo Marcelo Ameijeiras, soy uno de los fugados de la cárcel, el que más se ha fugado de las cárceles. Todo con arreglo de plata. En la última fuga estuvo involucrado el ministro de Justicia y el señor gobernador”.
“Esto me va a dar la libertad o me va a dar la muerte (dijo, mostrando el arma). No quiero matar a nadie, pero arreglen conmigo. No quiero matar a nadie, quiero entregar a esta gente bien, tengo criaturas, no los quiero lastimar. No soy un asesino, ok?”, afirmó.
La cámara había llegado hasta allí bajo la promesa de que los delincuentes entregarían a la nena de 9 años, pero el pacto no se cumplió porque consideraron que la niña era “una garantía”.
Desde adentro, se escuchaba la voz de otro de los delincuentes, más alterado, que se identificó como “Julio” y que le decía a los negociadores que no les creía.
“A una cárcel no voy, ni federal ni provincial. Voy a la alcaldía de José C Paz. Yo me entrego, no quiero dañar a nadie, pero sepan que hay una 'involucración' (sic) del ministro Casal, por un acuerdo con las fugas que hubo en el país”, insistió Ameijeiras que, momentos después, volvió a aparecer esta vez usando de escudo al dueño de casa.
Mientras la toma de rehenes continuaba, el ministro Ricardo Casal salía a considerar una locura las denuncias del sujeto, al que tildó de “alienado”.
El dialogo se cortó, al menos ante los medios de comunicación, hasta que pasadas las 19 la dueña de casa, llamada Azucena, fue la primera liberada, lo que se convirtió en el primer gesto de buena voluntad de los delincuentes para negociar.
A las 19.30 salió Ameijeiras para prometer entregarse mientras le hablaba cara a cara a la jueza de Garantías Elena Persichini Marco, y la fiscal de San Martin Karina Carbonella -que se habían hecho presentes- y ante el comisario Matzkin, cuyas presencias había exigido tras hacer denuncias penitenciarias y políticas.
“A las 8 me entrego acá, (si no) salgo a sangre y fuego. Señora jueza, la 'chapa' (su identificación) y me entrego”, le dijo en una escena registrada por las cámaras de televisión y en donde se podía escuchar a la magistrada diciéndole “sacá la gente que tenés ahí, ya tenés las garantías que querías, vas a José C. Paz. Mañana vas a mi despacho y charlamos, acá no”.
“Por qué no nos das a los nenes?”, le preguntó la fiscal, a lo que el sujeto respondió: “ya le di uno, no pida más”.
Después de las 20, los delincuentes entraron a la nena de 9 años y descartaron un arma; casi quince minutos después liberaron al hombre de la casa y se entregaron, con lo que se confirmó que el bebé del que hablaban no existía, y que era sólo un arma de negociación.
