Además, las algas tienen otras características que las convierten en una interesante fuente de biocombustible: Pueden ser cultivadas en una variedad de ambientes como salinas o agua dulce; Se duplican diariamente y pueden cosecharse durante todo el año, una ventaja competitiva sobre otras reservas de biocombustible como la soja o el maíz, que sólo se cosechan una vez al año.
Actualmente, los investigadores de algas están buscando mecanismos económicos y sustentables de producción comercial en escalas controladas.
En el futuro los investigadores continuarán monitoreando las algas como fuente potencial de reserva para el largo plazo, mientras continúan trabajando en más soluciones a mediano plazo basados en etanol y butanol, idealmente de celulosa.
El uso de biocombustible ofrecerá a los clientes otra forma de ayudar a reducir el impacto ambiental.