Luego de un primer tiempo sin haberlo jugado bien, pero con la tranquilidad en el resultado por irse al descanso 1-0 arriba, Tigre fue sorprendido en el complemento y en una ráfaga Independiente le cambió el panorama.
El doblete de Patricio Rodríguez llenó de incertidumbre al estadio de Victoria y los simpatizantes empezaron a sentir el nerviosismo y adrenalina que hacía un par de fechas no tenían, el de jugar la Promoción, por sus buenos resultados.
Pero, el destino le dio su premio a este Tigre y el penal convertido por Diego Morales desató la euforia y el desahogo de la multitud, que le reconoció el esfuerzo al equipo de Rodolfo Arruabarrena.
Tras el encuentro, el campo de juego fue invadido por familiares y algunos hinchas, que festejaron junto a sus ídolos el título de la Permanencia, su gran objetivo de la temporada.