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Libertad bajo fianza para los condenados por el encubrimiento del crimen de María Marta

Libertad bajo fianza para los condenados por el encubrimiento del crimen de María Marta
La Justicia de San Isidro aceptó un pedido de excarcelación de los familiares y amigos de María Marta García Belsunce que desde hace diez días están tras las rejas, luego de haber sido condenados como encubridores del crimen de la socióloga, y dispuso que queden libres después de pagar una fianza.
La medida fue adoptada por la Sala I de la Cámara de Garantías de San Isidro, que admitió hoy finalmente el pedido de las defensas, aunque resolvió para ser liberados antes depositen una caución real (fianza).

Más allá de esta decisión, se descuenta que en las próximas horas volverán a la calle Guillermo Bártoli, cuñado de la víctima; Horacio García Belsunce (h) y John Hurtig, hermanos de María Marta; el médico Juan Gauvry Gordon -que socorrió a la mujer cuando llegó al country donde ocurrió el crimen- y Sergio Binello, el vecino del barrio privado.

Mientras, los abogados defensores apelan también ante el Tribunal de Casación bonaerense la condena que los consideró responsables del delito de encubrimiento del homicidio de María Marta García Belsunce, ocurrido en octubre de 2002.

"No deja de ser una buena noticia...aunque la locura es que esta gente haya ido presa después de la condena", dijo a DyN Eugenio Blanco, codefensor de Bártoli, junto a Alejandro Novak.

El abogado de John Hurtig, Miguel Riguera, también confirmó las inminentes libertades, aunque anunció que apenas su cliente salga en libertad se alejará del caso.

El monto de la fianza que les abrirá las puertas de la cárcel debe ser fijado ahora por el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de San Isidro, el mismo que los condenó el pasado 4 de noviembre a penas de hasta cinco años de prisión y dispuso su inmediato arresto ante el temor de que evadieran la Justicia.

Sin más opciones que acatar la orden de excarcelación porque lo dispuso un tribunal superior, serán los jueces María Elena Márquez, Alberto Ortolani y Ariel Introzzi Tuglia los que determinen cuánto dinero deben depositar los imputados para poder obtener su libertad.

No hay criterios establecidos de antemano en este sentido, pero en su momento, cuando fue condenado por el encubrimiento del crimen, el viudo Carlos Carrascosa depositó una fianza de cien mil pesos para obtener su libertad.

Más tarde, el Tribunal de Casación Penal bonaerense lo responsabilizó directamente del homicidio y terminó con una condena a perpetua en la cárcel, donde hoy se encuentra.

Bártoli, García Belsunce, Hurtig y Gauvry Gordon se encuentran arrestados en la unidad 41 de Campana, el mismo lugar donde cumple condena Carrascosa.
Binello, en cambio, solicitó ir al hospital de una unidad penal de La Plata, debido a un delicado cuadro de salud.

Los defensores de los imputados fueron notificados de la decisión de la excarcelación por la que venían bregando desde el momento de la condena.
En un primer momento, los defensores optaron por un habeas corpus porque era el recurso más rápido a resolverse, pero la Cámara Penal de San Isidro rechazó por dos votos a uno esa presentación porque consideró que no era la forma correcta de proceder y advirtió que debían pedir la excarcelación.

Así fue como lo hicieron y hoy obtuvieron una respuesta favorable que permitirá que los condenados vuelvan a sus casas.

El viernes 4 de noviembre el TOC 1 de San Isidro encontró culpables a cinco de los seis acusados de haber encubierto el crimen de la socióloga María Marta García Belsunce, ocurrido el 27 de octubre de 2002 en el country "Carmel" de Pilar.

Tras absolver a la masajista Beatriz Michelini, el TOC condenó a cinco años de cárcel a Bártoli; a cuatro a Horacio García Belsunce (h), a tres años y seis meses a John Hurtig y a tres a Binello y a Gauvry Gordon.

Todos ellos fueron responsabilizados de haber llevado adelante diferentes maniobras para ocultar que la socióloga había recibido cinco tiros en la cabeza.

En el juicio oral los acusados desmintieron haber realizado esas acciones en forma intencionada a sabiendas de un crimen: aseguraron que pensaron que era un accidente, que todo lo hicieron para mitigar el dolor de la familia y que nadie supo que había sido un crimen.

Entre los hechos que se les atribuyen figuran la manipulación del cadáver, el lavado del escenario y de ropas ensangrentadas, la destrucción de la sexta bala que rebotó en el cráneo de la victima (el llamado "pituto"), el intento por evitar que la policía llegara al country y el ocultamiento de información al entonces fiscal de la causa, Diego Molina Pico.

Estas conclusiones del TOC 1 serán ahora cuestionadas por los defensores en el Tribunal de Casación Penal, que no tiene plazos para definir si confirma o revoca la sentencia.

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