Posse refirió que cuando se decidió avanzar con las obras, “al principio no fue fácil, ya que hubo que pagar mucho costo político. Es que tuvimos contras de todo tipo, nos decían para que iba a servir ese invento, porque lo que nosotros estábamos construyendo no se veía en otros lados. Sin embargo, hoy tiene una aceptación total. Y lo hicimos en el marco de la ley, presentando los estudios de impacto ambiental que abarcarían la totalidad de los túneles. Actualmente, sólo restan dos por hacer para completamos la totalidad de la obra”.
“A la hora de realizar las obras siempre tuvimos en cuenta mantener el carácter residencial de los barrios y su estilo de vida tranquilo. Y que los lugares sean aquellos donde el nivel del terraplén de las vías ferroviarias sea superior al nivel del pavimento”, explicó.
“En todos los casos rompimos el mito que decía que la nueva circulación iba a traer inseguridad. Es todo lo contrario, la buena circulación trae seguridad; porque no hay más inseguridad que la de un auto, colectivo o taxi detenido durante largos minutos en una cola por la noche frente a una barrera cerrada”, señaló Posse.
Además, el intendente también resaltó que el conjunto de túneles que tiene Vicente López y San Isidro son prácticamente el 80 por ciento de los que hay en todo el conurbano.
“Entre estos dos municipios más el de San Fernando se llegó a una buena calidad de vida; y cada vez que alguien regresa en auto desde la Capital Federal tiene muchas opciones desde las cuales hacer el cruce”, agregó.
Finalmente, sobre la sensación de colapso del sistema de transporte, Gustavo Posse, afirmó: “Al ser fanático de los autos, como muchos, tengo la cultura de usarlo, pero hoy no queda otra opción que subirse al transporte público. Y que sean de calidad tiene que ver con una oferta que tiene que ser desde el Estado. Los municipios de la zona norte queremos un transporte público de calidad. Y si esa oferta es buena, entonces ahí si nos bajamos del auto”, concluyó.