Es por demás conocida la trascendencia del veterano cuadillo de la AFA como elector de quién debe hacerse cargo de un seleccionado argentino. Las muestras sobran.
Pero esta vez Bianchi salió a pelear públicamente por lo que puede ser su última oportunidad para ponerse al frente del plantel albiceleste.
Primero el hijo del Virrey, Mauro, había salido a anticipar que si se iba Batista su padre estaba dispuesto a conversar con Grondona porque tenía ganas de volver a desempeñar el rol de entrenador, con más razón si se trataba del seleccionado argentino.
Pero este martes, quien fue multicampeón con Vélez Sarsfield y Boca Juniors fue directo hasta el hueso al enfatizar que sus deseos de conducir al seleccionado son los de siempre y enormes.
El tema de la sucesión de Batista de todos modos, al menos formalmente, tendrá que pasar la semana próxima por los miembros del Comité de Selecciones.
Lo concreto es que el ciclo del Checho duró apenas ocho meses, que el remate desde el punto del penal que falló Carlos Tevez así como marcó la eliminación de Argentina en los cuartos de final de la Copa América terminó por transformarse en condenatorio para el DT y que esa condena la aplicaron los mismos dirigentes que habían levantado la mano para ungirlo.
Es por eso que habrá que elegir un nuevo seleccionador para que tome la posta y luche contra reloj, ya que la largada para las eliminatorias mundialistas queda a la vuelta de la esquina, apenas para octubre próximo.
Claro que la precipitada caída de Batista y José Luis Brown puede derivar también en la salida forzada del director de Selecciones Nacionales, Carlos Bilardo; del subdirector, Humberto Grondona (uno de los hijos del Jefe), y de los integrantes de los cuerpos técnicos que se ocupan de los juveniles, como Oscar Garré y Julio Olarticoechea.
De ninguna manera son pocos los integrantes del Comité Ejecutivo de la AFA que reclamaron enfáticamente el alejamiento de Bilardo.
Tanto es asi que el futuro del Doctor y del menor de los Grondona pasó a depender de lo que resuelva el mandamás de la AFA, quien en octubre procurará una vez más ser reelecto.
Si el nuevo seleccionador fuera Sabella la chance del médico será mayor porque entre ellos dos la afinidad futbolística y los afectos personales son intensos.
En cambio, Bianchi y Bilardo son incompatibles. Pero claro, de no mediar algún imprevisto, Bianchi también es incompatible con Grondona.
