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Un Perito asegura que a Solange la mataron a la hora que Lucila estaba en el lugar

Un Perito asegura que a Solange la mataron a la hora que Lucila estaba en el lugar
El perito legista Luis Kvitko complicó este mediodía a Lucila Frend al asegurar categóricamente que a su amiga Solange Grabenheimer la asesinaron alrededor de 24 horas antes de la revisión del forense en el lugar del hecho, es decir cuando la acusada se hallaba en el lugar.
"No hay ninguna duda de que este cadáver tenía 24 horas de muerto", dijo el perito de parte de la querella, lo que indica que el horario del asesinato fue a la 1 de la madrugada del 10 de enero de 2007, cuando Lucila estaba en la vivienda que compartía con la víctima, en la localidad de Florida.

Kvitko basó su estimación en la rigidez y las livideces cadavéricas -manchas por acumulación de sangre-, datos anotados por el forense de la policía científica bonaerense que aquella madrugada se presentó a levantar el cadáver de Solange.

"La rigidez cadavérica se da a las 24 horas y las livideces cadavéricas estaban fijadas", senaló el legista, titular de la cátedra de Medicina Legal en la UBA.

También dijo que el médico policial, Eugenio Aranda, anotó que el cadáver estaba frío, lo que indica al menos "18 horas" antes de la revisión.

Kvitko fue el primero en declarar en el juicio que se le sigue a Frend por el "homicidio doblemente calificado por alevosía y ensañamiento" de su amiga Solange, un delito que prevé la pena de prisión perpetua.

En su relato, el médico aseguró que el crimen de Solange pudo tener una connotación sexual y mencionó que en este caso advirtió una pequeña lesión anal.

Además, dijo que la víctima no llegó a defenderse de su asesino porque primero la asfixió tapándole con la mano la boca y la nariz, y finalmente la apuñaló en el cuello.

"Prima facie, uno pensaría que esto podría ser un homicidio con connotaciones pasionales o sexuales", dijo el prestigioso perito cuando los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal 2 de San Isidro le pidieron su impresión.

Sin embargo, Kvitko aclaró: "Estoy hablando en potencial", ya que entre otras cosas afirmó que en este caso no se conoce el móvil del crimen.

Cuando el presidente del tribunal, Oscar Zapata, le preguntó si en este caso hubo un ataque sexual, el testigo recordó que advirtió en una foto de la autopsia una lesión en el ano que podría ser compatible con "una penetración no consentida".

Kvitko inició su testimonio criticando un aspecto de la autopsia.

El perito explicó que todos los médicos coinciden que la causa de la muerte fue "un shock hipovolémico" por la hemorragia que le causaron las cuatro puñaladas que le aplicaron a Solange en el cuello.

Pero, luego, afirmó que el estrangulamiento a lazo, como algunos médicos señalaron en la causa, "no existió", dijo categóricamente.

Kvitko explicó -con imágenes de la autopsia y la escena del crimen que la imputada en todo momento evitó mirar- que los forenses de la autopsia confundieron unas lesiones "de trayecto entrecruzado" que había en el cuello con surcos de ahorcadura de algún cable o alambre.

Para Kvitko, esas lesiones podrían haber sido provocadas por "la punta" o el "canto" del cuchillo.

Incluso las definió como "firuletes" que el asesino le dibujo, quizás con la intención de decirle a la víctima "así vas a aprender".

Al momento de explicar la probable secuencia del crimen, Kvitko afirmó que Solange debía estar durmiendo en su cama boca arriba cuando el asesino se le montó sobre el pecho.

Basándose en lesiones que tenía en la nariz, la punta de la lengua y el labio inferior, Kvitko aseguró que a Solange le obturaron y ejercieron presión en la boca con una mano.

"Eso generó la asfixia detectada en la autopsia", dijo el perito "y no un estrangulamiento".

Para el legista, con esa asfixia la víctima pudo perder el conocimiento y allí el asesino le aplicó los cuatro puntazos que le ocasionaron la muerte.

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