“Yo me formé, pero no soy bailarina clásica . Estudié de grande e hice algunos escándalos, pero tampoco hagan muchos porque sino la gente se cansa”, aconsejó Ritó.
La artista que participó en algunas ediciones de “Bailando por un Sueño”, se calzó el mínimo y provocativo vestuario que usa en el teatro y realizó demostraciones prácticas de su trabajo en las escaleras del Hotel Marcopolo Suite de Tigre. Después, todas las chicas debieron imitar sus movimientos y fueron evaluadas por la bailarina.
Hubo elogios para Yamila (“La que más me vendió”), y para Ailén (“Y la que pensé que no iba ni para atrás ni para adelante, me sorprendió”) aunque después, la última se molestó porque la Ritó le sugirió adelgazar. Los chicos –alborotados- aplaudían el divertido y sensual espectáculo que daban sus compañeras.
“Para esto tenés que nacer, te tiene que gustar”, aseguró la vedette hablando de la profesión en las tablas.
