El ministro de Justicia y Seguridad bonaerense, Ricardo Casal, dijo que se entrevistó el lunes con esta persona y aseguró que toda la información ya ha sido puesta a disposición de la Justicia federal.
"Ayer, una persona se entrevistó conmigo y me informó que tenía datos para ubicar el paradero de Jorge Julio López", comentó Casal en rueda de prensa.
"El área de personas desaparecidas puso en práctica el protocolo que marca la reglamentación y ahora hemos puesto a disposición de la Justicia federal toda la documentación y los datos con reserva que aportó el declarante", subrayó.
López, un albañil que al momento de ser visto por última vez tenía 77 años, desapareció el 18 de septiembre de 2006, cuando se dirigía a escuchar la sentencia en el juicio por el que el expolicía Miguel Etchecolatz fue condenado a prisión perpetua por delitos de represión durante la dictadura (1976-1983).
El septuagenario había sido testigo de cargo en este proceso oral y público, en el que identificó al excomisario Etchecolatz como uno de sus torturadores cuando estuvo secuestrado durante dos años y medio en una de las cárceles ilegales instaladas por el régimen militar.
Alejandro Sánchez Kalbermatten, abogado del testigo, confirmó hoy la información brindada por Casal y adelantó que en las próximas horas podría haber novedades importantes en la causa.
"Nosotros hicimos de puente para que esta persona pueda testimoniar sin peligro para poder dar con el paradero de este señor, que se presume que está muerto", añadió.
Tras la desaparición de López, la causa se encuadró como "averiguación de paradero" en la Justicia provincial, pero un año y medio más tarde los expedientes pasaron al ámbito federal, que la tipificó como "desaparición de persona".
El hijo menor del desaparecido, Rubén López, ha afirmado que es "imposible" que su padre esté vivo.
"Vivimos una gran angustia. Impotencia porque no podemos empezar el duelo. Eso es para nosotros la imagen de la persona desaparecida. No sabemos dónde llevarle una flor, dónde ir a verlo. No tenemos un lugar, un espacio donde rendirle un homenaje", señaló.
En septiembre de 2009, al cumplirse tres años de la desaparición del albañil, organismos humanitarios denunciaron ante la Corte Suprema el retraso y la "denegación de justicia" en la causa, y apuntaron a jueces, fiscales y fuerzas de seguridad.
Un año antes, la familia de López había reclamado que se investigara a los funcionarios judiciales que participaron en el juicio y a las abogadas que convocaron al testigo.
