En esa oportunidad, según la denuncia reproducida por la emisora, tanto Cristian Urrizaga como sus acompañantes lo echaron al abogado al grito de “tomátelas, no tenés nada que hacer acá”.
En ese momento, ingresó un menor de edad y el propietario del comercio (con un aparente vínculo con Urrizaga) le vendió una bebida alcohólica, situación que fue observada por el denunciante que realizó un llamada de atención al comerciante. En ese momento se inició una discusión que derivó en una pelea que terminó con las graves lesiones y la rotura de una computadora portátil.
Al hacer la denuncia el abogado, la Policía fue al lugar donde ocurrieron los hechos, pero no encontró a nadie. De hecho, el comercio estaba cerrado y desde ese momento, en abril de 2010, no abrió nunca más.
El abogado, después de varios meses, lo reconoció ahora, cuando vio su cara en el reality show y volvió a denunciarlo ante la Justicia. Tras esa presentación, el fiscal Martínez Burgos pidió su detención y no se descartaba que pueda firmarse hasta una orden de allanamiento a la casa de GH.
La causa ahora está en manos del juez Gabriel Ghirnalda, quien debe decidir si convoca al participante de Gran Hermano o desestima el pedido realizado por la fiscalía, quien lo acusó de los delitos de lesiones, daños y hurto.