Pero a medida que la popularidad de Cyrus crecía a niveles meteóricos en los últimos meses, su alter ego televisivo le fue quedando chico y le comenzaron a pesar más los límites de ser una estrella infantil de Disney.
Por eso, en común acuerdo con la compañía del ratoncito, la joven estrella decidió darle un cierre adecuado al programa, cuyo último año se podrá ver los viernes a las 19 en Disney Channel, para empezar a cambiar su imagen.
De hecho, su último disco tiene un título provocativo - "Can't Be Tamed", algo así como "Indomable"- y videoclips en los que se la ve más sexy y atrevida, junto con presentaciones dignas de Britney Spears.
Por otro lado, la cinta "La última canción" -que se estrenó este año en el país- decepcionó en recaudaciones pero le permitió mostrar que la rubia puede aspirar a más cosas que simples papeles naif.
De todos modos, como siempre será el público quien tenga la última palabra y quien decida si Cyrus logra quitarse el estigma de Hannah Montana y triunfar con un nuevo estilo o si el recuerdo de la serie la perseguirá por siempre. (Reporter)