El mediocampista, que surgió en Rosario Central y brilló en el Benfica de Portugal, se convirtió en nuevo jugador de la "casa blanca" tras una operación cercana a los 25 millones de euros.
Previo a su partida, y todavía en suelo argentino, Di María había reconocido que su rendimiento durante el mundial de Sudáfrica estuvo muy lejos del esperado, y consideró que debió acostumbrarse a una posición que no le es habitual.
"Me tuve que acostumbrar a un puesto donde nunca juego. Tuve que aprender a defender y creo que no lo pude hacer bien", disparó el volante para intentar explicar por qué rindió por debajo de sus expectativas.
El argentino llegó a la capital española, donde deberá someterse a la revisión médica con su nuevo club y firmar el contrato, entre mañana y el viernes. "Vengo con muchas ganas de triunfar y crecer como jugador", dijo apenas aterrizó en el aeropuerto de Barajas.