La gran polémica del encuentro la protagonizó el árbitro uruguayo Jorge Larrionda, quien no convalidó un gol de Inglaterra, a los 39' de la etapa inicial, que habría significado el empate 2-2, luego de un remate de Lampard, que dio en el travesaño, la pelota picó claramente dentro del arco y salió.
El equipo alemán cumplió una buena actuación, sacó provecho de los errores de su rival y fue contundente en el ataque. De todos modos, la falla del juez impide conjeturar si mereció el triunfo o si aquella acción de Lampard hubiese cambiado el destino de un encuentro emocionante y pleno de situaciones.
Desde el inicio, Alemania manejó con mayor tranquilidad la pelota, mientras que a Inglaterra se lo notó nervioso, apurado e impreciso en los primeros minutos. De todos modos, ninguno de los dos equipos atacaba con profundidad ni se animaba a arriesgar demasiado ante su rival.
Temerosos y con un minucioso estudio de cada uno de sus movimientos, los equipos parecían disputar más una partida de ajedrez que un encuentro de fútbol.
Hasta que a los 17 minutos Miroslav Klose rompió el molde, con una corrida al vacío con la que le ganó las espaldas a los defensores ingleses y se metió en el área. Upson quiso tomarlo de la camiseta, pero no pudo. El delantero tocó con derecha ante la salida del arquero James para poner la pelota junto al palo izquierdo y establecer el 1-0.
Con la ventaja a su favor, Alemania buscó aumentar el marcador con inteligencia, esperando el momento preciso para sacar provecho de un contragolpe, ante las numerosas fallas defensivas y las desconcentraciones de los ingleses.
A los 24 minutos, el equipo dirigido por Fabio Capello recién tuvo su primera aproximación, con un remate desde fuera del área que controló en el medio del arco Neuer. Inglaterra tenía pocas ideas en ofensiva y muchos errores en defensa.
A los 30 minutos, Klose quedó sólo dentro del área, mano a mano con el guardavalla inglés, pero su remate cruzado fue tapado por los pies por James, quien en esta ocasión ganó el duelo.
Ni tiempo tuvo el arquero para relajarse, porque a los 32' Lucas Podolski apareció por la izquierda dentro del área y definió cruzado, junto al palo opuesto, para poner el 2-0.
Parecía historia juzgada a favor de los alemanes. Sin embargo, de golpe, se armó otro partido, de ida y vuelta, con Inglaterra lanzado en búsqueda del descuento y Alemania con más situaciones de riesgo a su favor.
A los 37 minutos, el equipo de Capello descontó con cabezazo de Upson en el medio del área, después de un centro de Gerrard y dos minutos más tarde el árbitro uruguayo Jorge Larrionda se equivocó gravemente al no convalidar el empate de los ingleses, por intermedio de Lampard.
El mediocampista remató al arco, la pelota dio en el travesaño, picó dentro del arco -claramente el balón ingresó por completo- pero el árbitro, asistido por el juez de línea, no sancionó el tanto.
Así, con la bronca de los ingleses, la confusión de los alemanes y la satisfacción del público por un gran espectáculo, se fueron los equipos al descanso.
Si el primer tiempo había culminado a pura emoción, el complemento fue todavía más vibrante. Inglaterra salió decidido a conseguir la igualdad que el árbitro le había negado; Alemania, agazapado, buscó aprovechar los espacios libres y golpear nuevamente de contragolpe.
A los 3 minutos, Gerrard probó con un remate que salió desviado, a los 6' Lampard estrelló un tiro libre desde 35 metros en el travesaño y a los 11' Defoe quedó sólo, mano a mano, con el arquero Neuer, quien alcanzó a despejar con sus pies el avance inglés.
A los 14' Muller, la figura de la cancha por su dinámica, se llevó la marca de dos defensores y remató de derecha, la pelota dio en un defensor y se fue al córner, apenas junto al palo izquierdo.
A los 15' Milner apareció por la izquierda, tras una buena asistencia de Rooney y remató cruzado, pero la recuperación de Boateng pudo evitar, con su espalda, la igualdad inglesa.
Completamente jugado en ataque, Inglaterra podía convertir o sufrir la velocidad de los alemanes en un contragolpe. Y lo terminó sufriendo el equipo de Capello, porque a los 21' Muller definió con jerarquía, cruzado, después de una gran habilitación de Schweinsteiger, para poner el 3-1.
Y dos minutos después, nuevamente Muller sentenció la historia, con otro rápido contraataque alemán, que culminó en el fondo de la red del arco defendido por James.
La contundencia de los alemanes en ofensiva y un error arbitral explicaron el triunfo de los germanos y la impotente eliminación de Inglaterra. Por virtudes propias y errores ajenos, el equipo de Löw será el próximo rival del seleccionado argentino o de México en los cuartos de final del Mundial de Sudáfrica.
- Síntesis - Alemania: Manuel Neuer; Philipp Lahm, Per Mertesacker, Arne Friedrich y Jerome Boateng; Sami Khedira y Bastian Schweinsteiger; Thomas Müller, Mesut ™ezil, Lucas Podolski y Miroslav Klose. DT: Joachim Löw.
Inglaterra: David James; Glen Johnson, Matt Upson, Jhon Terry y Ashley Cole; Gareth Barry, James Milner, Frank Lampard y Steven Gerrard; Wayne Rooney y Jermaine Defoe. DT: Fabio Capello.
Goles en el primer tiempo: 19m. Klose (A), 32m. Podolski (A) y 37m. Upson (I).
Goles en el segundo tiempo: 21m. y 23m. Muller (A) Cambios en el segundo tiempo: 18m. Joe Cole por Milner (I), 25m. Emile Heskey por Defoe (I); 26m. Mario Gómez por Klose (A) y Piotr Trochowski por Muller (A); 37m. Stefan Kiesling por Oezil (A) y 42m. Wrigth-Phillips por Johnson (I).
Amonestados: Friedrich (A); Johnson (I).
Arbitro: Jorge Larrionda (Uruguay) Cancha: Free Stadium, de Bloemfontein. (Télam)
