En caso de que Kirchner renuncie a su banca de diputado, que podría concretarse en mayo próximo, de no aparecer alguna otra oposición de ningún presidente miembro de UNASUR -su designación debe ser por unanimidad- en su lugar asumiría el diputado suplente, Dante Dovena.
"Sería ideal que se llegue a un acuerdo en esa oportunidad", dijeron fuentes con despacho en la Casa Rosada que admitieron que para Kirchner, sentarse en la banca como un diputado más le genera "desgaste y no le suma nada" a su liderazgo en el gobierno y en el PJ.
Las fuentes recordaron que Kirchner intentó acceder a ese cargo "en 2007", cuando dejó la presidencia de la Nación en manos de su esposa, la actual jefa de Estado, pero en esa oportunidad se opusieron a su designación al frente de la UNASUR, los presidentes de Perú, Alan García; de Colombia, Alvaro Uribe y el entonces mandatario de Uruguay, Tabaré Vázquez.
En los dos primeros casos, tanto los mandatarios de Perú como de Colombia, se habían opuesto a la propuesta impulsada por el presidente de Ecuador, Rafael Correa -a cargo actualmente de la titularidad del bloque regional- quienes por cuestiones ideológicas y de alianza con los Estados Unidos, veían con malos ojos las relaciones extremadamente cercanas del gobierno kirchnerista con el venezolano, Hugo Chávez.
En cambio, Uruguay se opuso a la candidatura del santacruceño a la presidencia de la UNASUR, por el enfrentamiento personal que tuvieron Kirchner y Tabaré Vázquez por el conflicto diplomático desatado por la pastera Botnia.
Las mismas fuentes, admitieron que la candidatura de Kirchner a la UNASUR fue un tema de diálogo en la primer visita oficial de la presidenta a Perú, con el presidente Alan García, en la que la jefa de Estado argentina pidió "perdón" por el episodio de venta de armas a Ecuador, un caso paradigmático de corrupción durante el gobierno de Carlos Menem, y anunció una renovación de las relaciones bilaterales.
Con todo, Kirchner deberá esperar a la nueva reunión de los presidentes de UNASUR prevista para el próximo 4 de mayo en Buenos Aires, mientras el gobierno argentino admite que se facilitaron las gestiones con el nuevo presidente de Uruguay, José "Pepe" Mujica, más cercano al matrimonio presidencial que su antecesor, y resta saber qué postura adoptará Colombia.
