Algunos detalles tendrán que ser más cuidados, como que haya muebles blancos, un lector de DVD con tecnología Blu Ray, flores sin polen, buena iluminación para que puedan maquillarla bien, y hasta una temperatura de 25.5 grados en su vestidor (aunque no aclaró qué tipo de vestuario traerá).
Hasta la cuestión de la comida se transformó en un ritual cuidado. La lista del supermercado de la cantante incluye leche de soja, miel, frutas secas, verduras, vino tinto y blanco, bacalao, chocolates bajas calorías, jugos de varios sabores, aderezos (mostaza y mayonesa), yogures y té de sabores variados. Y un espacio para que su chef pueda cocinar.
Eso sí, para después del show la cantante ya se aseguró que hubiera unas 40 pizzas y aguas saborizadas para que ella y su equipo puedan recuperar fuerzas.
Antes de subirse al escenario y transformarse en su alter ego, la diva "Sasha Fierce", Beyonce presentó algunas exigencias, por ejemplo, en cuanto a su acomodación en el hotel: quería la suite presidencial de la mansión del hotel Four Seasons, pero como estaba ocupada por un millonario extranjero le ofrecieron en vez las dos suites "Royal". Contrariada, la cantante declinó la oferta y reservó en otro lugar.