Para reforzar este concepto, advirtió que "con este anuncio estamos terminando con el estigma de que el Estado no puede hacer determinadas cosas" porque "cuando hay decisión, voluntad política, esfuerzo y trabajo, se pueden lograr cosas muy buenas".
Este DNI se fabricará totalmente en el país a partir de un estudio realizado por técnicos argentinos y hasta "con el software completamente nacional", como se encargó de destacar la presidenta.
La planta de producción ahora inaugurada tiene 50 ficheros con los legajos de identificación que en un tiempo muy reducido encuentra los datos requeridos por un sistema totalmente computarizado.
"La concepción del Estado de la década del 90 nos quiso imponer que sólo existían dos caminos: tener un sistema burocrático, lento, ineficiente y caro; o dejar en manos privadas una función indelegable del Estado como es proteger y resguardar la identidad de los argentinos", enfatizó el ministro del Interior, Florencio Randazzo.
Antes del acto formal, la presidenta recorrió las instalaciones de las nuevas oficinas del Registro Nacional de las Personas, ubicadas en el porteño barrio de Parque Patricios y, luego en su discurso, confesó su satisfacción por lo visto.
"En pocos segundos me encontraron mi legajo", explicó Cristina Fernández, "y como pensé que estaba arreglado por esta visita pedí por otra persona y también estaba", confesó la primer mandataria, en una muestra más del entusiasmo que le produjo la visita.
La tramitación del nuevo documento quedó, de esa forma, formalmente habilitada.
La satisfacción presidencial por el emprendimiento la llevó a elogiar nuevamente la tarea de los técnicos del RENAPER durante un acto que encabezó un poco más tarde en la Casa de Gobierno: "Me pareció que estaba en Argentina año verde", dijo Fernández de Kirchner, durante la firma de un convenio para ampliar la planta potabilizadora de agua en el dique El Cadillal de la provincia de Tucumán.
