“Esto es algo que claramente está faltando y que no se ve”, señaló, y agregó que ante esta panorama que se presenta en la que se vive en una sociedad compleja “hay un gran desconcierto en la población, porque la clase política está en su propio juego, que es muy chiquito e incomprensible para la mayoría, y eso produce un gran divorcio entre la población y la dirigencia”.
Maresca, quien fue director de la Biblioteca Nacional entre 2002 y 2003, apuntó a que la clase política debería pensarse de vuelta a si misma seriamente, “y no veo que lo este haciendo” porque en la Argentina “no se hablan de las cosas con nombre y apellido, y como consecuencia de ello seguimos sin debate”.
Luis Viviant
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