La bahía de Pacheco, en las inmediaciones del espigón, es su lugar de encuentro. Llegan con sus propios elementos de trabajo, rastrillos, guantes, bolsas para residuos y ponen manos a la obra. Inician la tarea los sábados a media mañana y culminan su jornada voluntaria al atardecer.
Allí se los puede encontrar a María, Melina, Rocío, Lucía, Mariana, Flor, Belén, Facundo, Javier, Matías, Lucas, Pedro y otros jóvenes, que quieren seguir sumando voluntades es pos de ampliar su objetivo solidario.
Detectada su presencia, desde la Secretaría de Servicios Públicos y la Dirección de Parques y Paseos de la Municipalidad de San Isidro, tomaron contacto con este grupo de jovenes, a fin de facilitarles elementos para su tarea, cooperar con su labor y coordinar aspectos de esta.
Se trata, sin duda alguna, de una encomiable y aleccionadora iniciativa de un grupo de jovenes estudiantes que han decidido predicar con el ejemplo. Sus padres, seguramente estarán orgullosos. La comunidad también debería estarlo. Un ejemplo a imitar…