En una reciente reunión en la curia arzobispal, el secretario general de la Gobernación, José Scioli, adelantó la decisión al arzobispo Agustín Radrizzani, de Mercedes-Luján, jurisdicción eclesiástica donde se encuentra emplazado el santuario dedicado a Virgen patrona nacional.
Las fuentes consultadas por esta agencia aclararon, sin embargo, que el trámite notarial "todavía demorará un poco, aunque hemos avanzado y esperamos que en breve se pueda entregar la escritura definitiva".
La iniciativa del gobierno de Daniel Scioli se enmarca en un plan de regularización dominial de propiedades de la Iglesia, impulsado por el Dirección Provincial de Culto junto con la Escribanía General bonaerense.
El programa se inició en 2008 y responde a "una demanda histórica de la Iglesia", dijeron en la gobernación provincial, en relación a normalizar la situación dominial de sus propiedades.
El año pasado el gobierno bonaerense entregó 65 escrituras a la Iglesia, y para 2009 prevé completar la entrega de otras 300.
Las diócesis de Morón, San Miguel, San Isidro, Zárate-Campana y Lomas de Zamora son sólo algunas de las jurisdicciones eclesiásticas beneficiadas por este plan.
Según datos oficiales, la basílica de Luján está construida sobre terrenos donados en 1677 por doña Ana Mattos, antes de su fallecimiento, y su primera capilla fue inaugurada en 1685. En 1731 comenzaron las obras para un nuevo templo, pero por numerosos inconvenientes que concluyeron con el derrumbe, se demoró más de 20 años en reanudar la obra.
En 1754 se retomaron los trabajos de construcción, que se prolongaron durante nueve años con el aporte económico de Juan Lezica, agradecido a la Virgen de Luján por la cura de una enfermedad declarada incurable por sus médicos. La basílica, tal como se la conoce hoy, se construyó entre 1887 y 1935, obra de los arquitectos e ingenieros Alfonso Flamand, Ulrich Courtois, Ernesto Moreau, Rómulo Ayerza y Fleury Tronqoy.
La piedra fundamental fue colocada en la tarde del 15 de mayo de 1887, pero recién el 21 de noviembre de 1889 el sacerdote Jorge María Salvaire elevó una solicitud al arzobispado de Buenos Aires para emprender la monumental obra.
En 1904 se afirma que se construyeron las dos terceras partes del templo y un año después se demolió la antigua capilla, cuyos escombros se utilizaron en los cimientos de las torres de la basílica.
En 1906, en los catorce años que llevaba la obra se habían gastado 1.970.670,43 pesos moneda nacional, según consta en actas.
El 8 de diciembre de 1930 el santuario recibe oficialmente el título de basílica, concedido el 15 de noviembre por la Santa Sede en ocasión de celebrarse el tercer centenario de la "milagrosa" detención de la carreta que llevaba la imagen de la Virgen.
En 1935 se da por finalizada la obra de la basílica de estilo neogótico ojival de 104 metros de largo por 42 de ancho, y torres mayores de 106 metros de alto.
