El religioso, en una entrevista publicada hoy por el diario Clarín, dijo creer en la sinceridad de este llamado "porque se lo hizo un 9 de Julio, después de un oficio religioso -o sea, cuando uno está dispuesto a hablar con más veracidad- y con mucho énfasis".
Pero dijo que "debe implicar un cambio de actitud de todos los argentinos" porque "no somos fáciles para el diálogo, dejando de lado la confrontación".
Casaretto, habitual vocero de la Iglesia en temas sociales, advirtió que "en base a la percepción" de esa institución "que, con sus parroquias, tiene miles de 'sucursales' en todo el país, diría que, en primer lugar, no puede estar ausente la cuestión de la inclusión social".
"Los datos que tenemos nos dicen que la pobreza está cerca del 40 por ciento", sentenció.
Al respecto, afirmó que "impresiona el dato del aumento de pobres" y que "luego de la disminución tras la crisis (de 2001-2002), la pobreza volvió a crecer a partir de la segunda mitad de 2007".
El obispo de San Isidro recordó que "esta situación que nosotros señalamos en su momento generó cierta molestia" en el Gobierno, y advirtió que actualmente "estamos en cifras nuevamente altas".