Es que más allá de sistemas tácticos y conformación de planteles (el de San Lorenzo es evidentemente mucho más rico), tanto un equipo como otro se caracterizan por contar con un elemento que no abunda hoy en el fútbol argentino: la regularidad.
Y eso conlleva otra virtud que solamente la confirma el paso del tiempo: la solidez.
San Lorenzo y Tigre son dos equipos sólidos, ni arrasadores ofensivamente ni invulnerables defensivamente. Pero, eso sí, con las dosis justas como para cerrar los partidos con goles oportunos y no dejar filtraciones para que sus rivales les quiten puntos seguros.
De esta manera el "Ciclón" de Boedo ya le sacó, además, siete puntos a Newell's Old Boys y, fundamentalmente, ocho a Boca Juniors, desde siempre el rival tan temido, al que tendrán que visitar en la décimotercera fecha. River Plate hace rato que dejó de tener ilusiones en este campeonato, en el que, de hecho, ocupa el último puesto junto a Rosario Central.
La pelea de Tigre, en cambio, pese a ser segundo, no parece pasar por el título como objetivo de mínima, sino con meterse en alguna competencia internacional.
Y hoy el conjunto que dirige Diego Cagna ocupa le cuarta colocación en esa tabla por acceder a las copas Libertadores y Sudamericana, antecedido justamente por San Lorenzo, Boca y Estudiantes.
Las prevenciones por un retorno rápido a la B Nacional quedaron definitivamente en el recuerdo de los hinchas de Tigre, que desde la modestia de su plantel se permiten seguir soñando en grande, como cuando regresaron a primera división después de 27 años y de movida alcanzaron un subcampeonato detrás de Lanús.
Los sueños de San Lorenzo, claro, van mucho más allá, ya que si bien quieren ganar este Apertura que les significaría su undécimo título en el profesionalismo, tienen como objetivo retornar a la Copa Libertadores para 2009.
Pero no solamente con eso se conforman los dirigidos por Miguel Angel Russo. A lo que aspiran es a ganar por primera vez esa Libertadores siempre esquiva. Con este técnico o con cualquier otro, si el que ahora los conduce se va efectivamente al seleccionado nacional. Un privilegio al que accederá, justamente, por este exitoso presente en el conjunto azulgrana.
(Télam, por Héctor Laurada).
