Después de comenzar en el piano de cola negro que estaba ubicado en el centro del lugar rodeado por la gente, Fito se despacho con una versión exquisita de “Carabelas de la Nada” para fundirla armoniosamente con “Un amor de primavera” de Tanguito.
Los invitados no se hicieron esperar y entraban y salían sin presentación. Carlos Vanderas hizo con Fito “La verónica” del disco “El amor después del amor”, luego la blues woman, Claudia Puyó interpreto una versión sublime de “Maldigo del alto del cielo” de Atahualpa Yupanqui que cantaba la chilena Violeta Parra y "Dos días en la vida".
Luego junto a Gonzalo Aloras, miembro de la banda de Fito, la noche se puso densa cuando hicieron del disco Giros “Decisiones apresuradas” que relata de manera viceral y punzante la historia de Malvinas, la de un país.
Por supuesto no faltaron “Cable a tierra”, “Al lado del camino”, la coreada por todos “11 y 6” y “Lejos de Berlin” junto a compadre rosarino Coki de The Killers Burritos. Y el cierre bien arriba con piano y guitarras para gastar la garganta de los fanáticos con “La rueda mágica”, “Polaroid de locura ordinaria” y el adiós con “A rodar mi vida”.
Fito Páez con sus 24 años junto a la música recorrió a través de sus composiciones no solo su historia también la nuestra como individuos y como país sumando siempre los sentidos que aprendemos en la vida a través del amor, el odio, el exilio y el infierno de los excesos, pero el rosarino en sus cinco noches en la Trastienda fue mas allá y no solo abrio el baúl de lo recuerdos sino también su corazón.
Luis Viviant
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