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Adrian Otero, feliz y repleto de vibrante rock and roll

Adrian Otero, feliz y repleto de vibrante rock and roll
Fue al presentar su primer disco en solitario, “Imán” en La Trastienda. Acompañado por una excelente banda y un sonido rockero repasó sus nuevas canciones e interpretó parte de su repertorio con Memphis La Blusera. El público lo ovacionó.
El cantante Adrian Otero cortó el cordón como canta en “BB rockstar”, ratificando el paso dado tras dejar Memphis La Blusera, y presentó con gran éxito su primer trabajo solista, “Imán” en La Trastienda donde brindó, respaldado por una excelente banda, buenas dosis de rock and roll y blues.

La noche empezó bien arriba y para sacudir las cabezas del público con el rock and roll potente con “Imán” donde Otero afirma estar “lleno de felicidad” en el nuevo camino que decidió emprender. Luego continuó con “Tu belleza”, canción que invoca al seductor abandonado para deleite de la platea femenina.

“Esta canción me hizo volver al barrio, a los perfumes de las curtiembres. Ustedes me entienden”, dijo con mirada picará y “Argentino” se disparó, un tema basado en una anécdota de un conocido que tuvo en Brasil, “en el que las garotas no lo dejaban irse”, sumó el ex Memphis.

Luego de agradecer la presencia “de todos ustedes”, y por acompañarlo “en este renacimiento”, de nuevo la platea femenina recibió otra la caricia con “La Flor más bella”.

Apoyado en guitarras y teclado principalmente, y con un sonido más rockero, pero sin alejarse del espíritu blusero que supo cultivar con Memphis, hizo un mini set para recordar “a los compañeros de 30 años de ruta” con “Cosas de hombres”, “La última lágrima” y “Montón de nada”.

Tras presentar a sus nuevos camaradas, contento y exultante, porque sabe que cuenta con buenas espaldas, dijo: “compañero, compañero, esta es la banda de Adrian Otero”.

La adrenalina que ya estaba arriba y llegó con su punto más alto cuando interpretó “Blues de Rosario”, donde el grupo se lució de manera magistral, en la que estuvo de invitado Lucas Sedler, también en “Pendejo”, obra de este disco debut.

El cierre bien arriba con “Colapso nervioso” para pasar a “La Bifurcada” y desembarcar otra vez en “Imán”, y el adiós con los brazos en alto y la gente aplaudiendo de pie a un porteño seductor, que conoce las curvas de las noches de Buenos Aires que tan bien plasma en el papel y que lo canta con su voz, que decidió cambiar, hacer la suya, sentirse feliz y sin olvidar el camino dejado atrás. Adrian Otero confirmó con su primer disco que él “está lleno de felicidad”.

Luis Viviant
luisv@elcomercioonline.com.ar

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