Pero de aquella lujosa sala, decorada con una fina arquitectura en la que las molduras talladas a mano y los frontispicios barrocos y su techo acústico, habilitaban al delirio lírico, se pasó al abandono.
Las autoridades de Bingo King llevaron adelante un arduo trabajo de recuperación del patrimonio histórico y arquitectónico durante más de tres años.
Allí, donde antes estaba el Teatro Tamagni, hoy se encuentra un lujoso salón de Bingo King. El mismo, cuenta con una capacidad cercana a las 900 personas, y ya es considerado la sala de bingo más lujosa de Sudamérica. La misma estará destinada exclusivamente a bingo, mientras que el resto de las instalaciones seguirá con las máquinas tragamonedas y ruletas electrónicas.